“Demarchi y Cincotta eran
ayudantes de Barda, mi señora los vio”, Julio Víctor
Lencinas
Comienza la audiencia con la
declaración de Oscar Antonio Huerta, abogado de 76 años, vicepresidente del
colegio de abogados en el año 1976. Manifiesta que a pedido de la familia
Battaglia, inicia su intervención junto
al Dr. Bernal para lograr el blanqueo del detenido Alfredo Battaglia, “lo primero que hacíamos era ir al GADA 601,
tratábamos que los blanqueen y nos digan donde estaban, Barda nos dijo que estaba
en prefectura, la excusa era que teníamos que hacer un poder”. Barda avisó
a prefectura que iban a ir a visitar a Battaglia con un escribano. A partir de
esta gestión “nos permitieron ir con un
escribano, el escribano nos dijo que estaba en muy malas condiciones, había
estado tirado en el piso, atado con alambre”.
El siguiente testimonio estuvo a cargo de José Maria Musmeci, 56 años,
ex militante del Peronismo de Base.
Musmeci sabiendo que estaba siendo buscado, ya había sufrido dos
allanamientos en su domicilio, se entregó en la sede de la Prefectura Naval
de Mar del Plata acompañado por su Padre y por Francisco Lecuna, cooperativista
portuario, el 30 de marzo del año 1976.
Por su profesión de despachante de aduana, el testigo tenía que hacer “trámites de embarcación y se hacían en
Prefectura. Con Pavlosky conocíamos al Jefe Mosqueda y al Oficial Silva, el
Suboficial Vicente Benítez, que era quien nos pegaba, golpeaba y mucho”. Hace
descripción pormenorizada del lugar.
Durante 2 meses estuvo detenido en Prefectura y “nos llevaban a la Base Naval
a interrogatorio”. Luego eran
devueltos a prefectura. A partir de mayo su lugar de detención permanente fue la
Base Naval hasta el mes de septiembre.
En los interrogatorios eran recurrentes las preguntas, “me preguntaban por Marcos Verde, con mucha
saña. Por las FAP, por Cesar Olobardi
me preguntan mucho, pero hacia mucho estaba preso, me preguntaban por Nora
Vacca, ella era de la JUP
y militaba en planta de pescado”.
Recuerda haber visto en Prefectura a “Alfredo
Battaglia, a Lencina, Salinas que no era preso político, era empleado de
Ventura, Pavlosky que era motorista naval”. De la Base recuerda a Lerner y
Celentano que era sindicalista.
“En agosto, un mes antes de salir
recibo visita de mi familia, ya estábamos sin capucha”.
En
septiembre fue trasladado en camión a la Base
Aérea y de ahí en avión a la ciudad de La Plata, donde es alojado en la Unidad Carcelaria 9. Recuerda
la presencia de Mario Cámara, Ronner y Saravia en el avión. “En un momento abren puerta del avión y nos
dicen que nos van a tirar, nunca tuve más miedo como ese día”. Musmeci fue
dejado en libertad en febrero del 77.
“En el 78 gente de Prefectura me
aconseja que me vaya por un tiempo antes del mundial, eran servicios de
Prefectura y uno dijo que había estado en allanamiento anterior”.
Julio Víctor Lencina, 79 años ex Secretario General del Sindicato de
Marítimos, SOMU, fue el siguiente
testigo en prestar declaración. En la mañana del 26 de marzo de 1976, siendo
las 10 hs, personal uniformado irrumpe en instalaciones del sindicato y es
detenido.
Es encapuchado y trasladado “al
faro, en el ESIM me interrogó Maroli y otro de Prefectura, me pedían las armas
de la CGT”.
Después de 3 días es llevado a dependencias de la
Base Naval de Mar del Plata. En la Base “me preguntaban por el gremio, nos hacían simulacro de fusilamiento,
Alfonso de Prefectura iba a la
Base y amenazaba”. De la Base es llevado a Prefectura. Describe los
calabozos y diferentes lugares de la sede. “Vi
cuando lo llevaron a Tito (Alfredo Battaglia) a hacer poder para poder mover las cosas, vi a Masa en oficina de
Silva, Silva era jefe de información”. Recuerda haber visto a 2 ugandeses
que habían sido detenidos en el puerto local.
La esposa del testigo hizo gestiones para su búsqueda, se dirigió a curia y al GADA 601. “Demarchi y Cincotta eran ayudantes de Barda, mi señora los vio”. “La mujer conocía a Silva y Mosqueda, Silva
le dijo vaya tranquila, esta bien”.
De prefectura fue traslado a la Base
Aérea y de ahí a La
Plata, donde estuvo detenido en la U9 hasta el 1 de octubre del año
1977.
Jorge Lamas, transportista de 59 años fue el 4to testigo en prestar
declaración. El 27 de marzo del año 1976 es detenido en Quequén junto a Justo Álvarez,
“nos encapuchan y los nos tiran debajo de
asiento de auto con las manos atadas, nos interrogan, decían que habíamos
puesto una bomba en el puente colgante”. Fueron alojados hasta la madrugada
en instalaciones de la
Comisaría de Playa de Necochea y luego trasladados al GADA
601 de Mar del Plata. “En el GADA estaba
Cámara, Saravia, Amílcar González, Paulo Fernández”.
Luego de 3 días es trasladado al ESIM, Escuela de Suboficiales de
Infantería de Marina, lugar donde es interrogado, “me preguntaban por compañeros, por Rubén Ruiz, de Miramar, por
Alimonta”. Jorge Lamas y Justo Álvarez eran militantes del Peronismo de
Base. “De la golpiza no me podía mover, me quede sin movimiento en la rodilla,
4 o 5 veces fui interrogado en el ESIM”.
“El
16 o 17 de me llevan a comisaría de Miramar con Rubén Alimonta”. Luego fue
trasladado a la Unidad Penal
9 de la ciudad de La Plata.
Ángela Beatriz Bravo de 68 años fue la siguiente testigo en dar
testimonio. Ángela fue detenida en la ciudad de Miramar en ocasión de ir a
casamiento de un familiar. “Era
aproximadamente a las 20,30 hs, 2 hombres de traje, eran de la Marina, me dijeron si explota
un cohete en Quequén te hacemos mierda a las nenas”.
“De Miramar me llevan a Necochea,
me hicieron simulacro de fusilamiento, en la comisaría de Necochea me encuentro
con mi marido, Nos trasladaron juntos al GADA, a mi me dejaron 12 o 14 días”.
“En el GADA llevaron a la enfermería
porque había perdido un criatura”. Luego fue liberada.
“El Teniente Trama me iba a ver
todos los días a Miramar, por si necesitaba algo, me daba leche, me dijo tenía
lastima por los chicos, mi marido estuvo desaparecido, hasta que di con él en
prefectura. Lo veía cada 15 días, 15 minutos”.
A
Álvarez lo llevaron a prefectura, “fui
oficina entrada para la izquierda, ahí nos encontrábamos con familiares,
recuerdo de Molina. A mi marido lo
encontré triste, teníamos los hijos chicos, estaba más delgado, estaba fuerte
pero triste”. Luego fue trasladado a la UP 9 de La Plata donde permaneció un año y cinco meses
detenido.
El 6to testigo fue Justo Alberto Álvarez, secuestrado en Quequén el 27
de marzo del año 1976, me llevan con
Lemas a comisaría de la Playa. En la madrugada es trasladado encapuchado y esposado a dependencia del
GADA 601 de Mar del Plata. “Ahí ya estaban Comaschi, Saravia, González,
nos separan a nosotros del grupo y a los 2 días me mandan a la
Base Naval”.
“Estuvimos 15 días encapuchados
junto a Lamas, luego nos pasan a Prefectura y nos sacan la capucha, de
Prefectura al ESIM unos 3 días, hasta que volvemos a la
Base Naval ahí otros 20 días, un mes”.
En interrogatorios le preguntaban
por Molina, del Peronismo de Base. En la Base sufrió simulacro de fusilamiento, submarino,
submarino seco y picana.
Recuerda el ruido del mar, las bandejas de la comida típicas de la
marina y “al baño íbamos cuando a ellos
se les ocurría”. En momento que es llevado a enfermería pudo ver los
submarinos.
“Presentaron habeas corpus, fue
inútil, a mi madre le dijeron que había un juez que Ponta palos en la rueda,
era Hooft”.
En abril de año 1977 recuperó la libertad.
El último testigo del día fue José Ángel Nicoló. Fue detenido el 7 de
julio del año 1976, levantado por grupo de tareas en negocio de su propiedad, calle
Figueroa Alcorta y 12 de octubre, “por
gente de civil, al mando había hombre fornido, alto, estaba con mi socio, hacen
retirar a la gente que estaba ahí, a mi socio le piden documento”. Lo llevan en un Ford celeste, le ponen
capucha, lo patean y preguntan por Sanjurjo.
El testigo supo que estuvo en la Base
Naval por el recorrido del auto y porque 15 días antes había
estado detenido Oscar Rudnik en el lugar.
En el interrogatorio recibe golpes
a la cabeza y simulacro de ruleta rusa. “El
interrogatorio lo encabeza el Comisario, como ellos lo llamaban. Duro 2 horas,
pasaban fotos de militantes de la
JUP”.
Hace descripción de la Base Naval
y de las inclemencias del tiempo padecidas por las bajas temperaturas. “El Comisario pasaba revista, nos nombraba”.
“Durante esos días me preguntaba
por que estaba ahí, no conocía a Sanjurjo. Un día reconozco voz del Comisario y
le pido hablar. Me saco capucha y lo veo a la cara, le dije yo quiero saber que
pasa conmigo, me pone capucha y me llevan a la cama. Esa noche escuche una
mujer, preguntaba por Miguel. Era Patricia, dijo me violaron con un hierro en
la vagina, me llevaron al regional, tenía pelo castaño, piel blanca, nunca supe
de ella”.
Al día siguiente lo llaman a
declarar, “les dije quien era y qué hacia
y que no sabia por quien me preguntaban”.
Al 9no día lo liberan. Lo llevan
en Ford azul y acuerdan encuentro semanal en café Doria a las 7 de la tarde. Al
verlo le dicen “estas limpio, arreglado, le pide café y pregunta
quien es Sanjurjo, le responde que era Calú y le dice ya está. Esto fue el 23
de julio”. El integrante de marina con quien tuvo el contacto se llamaba o
hacia llamar Cesar.
Calú era Carlos Oliva, el 23 ya lo tenían y sale publicado en diarios de
la época que había caído en enfrentamiento el 5 de agosto en Puerto Belgrano
junto a su mujer.
Siendo las 20,15 hs el Tribunal paso a cuarto intermedio para el día 26
de abril a las 10,00 hs.
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