viernes, 25 de noviembre de 2011

“En la vida hay que hacer lo que uno siente”

Comienza la maratónica jornada de audiencia con el testimonio de Anahí Marocchi, hermana de Omar Alejandro Marocchi detenido desaparecido desde el 18 de septiembre de 1976, fecha que fue secuestrado junto a su compañera Susana Haydee Valor. Hacía pocos meses que estaban en Mar del Plata, “el 5 de septiembre fue la última vez que alguien de la familia lo vio, fueron mis padres que vinieron y compartieron con ellos unos días”. Ocasión que evaluaron la posibilidad de irse del país. La respuesta de los chicos fue “en la vida hay que hacer lo que uno siente”.

El operativo de secuestro comienza aproximadamente a las 18,30 hs, cuando un grupo de gente de civil irrumpe en la vivienda de Alejandro Korn al 900, donde encontraron en primer momento a los hijos del dueño de la casa, Rosa y Patricio Petrone. Le informan que “iban a hacer un procedimiento y no podían mirar”. Al llegar Omar es detenido y lo suben a un Ford Falcon bordó, mientras Susana es sacada esposada con las manos atrás, ante la mirada de la propietaria que acababa de arribar Stella Maris Petrone, a quien le dicen “los llevamos porque son peligrosos terroristas, que no eran de apellido Marocchi y no eran de Tandil”, advirtiéndole que retornarían al lugar para “retirar” las pertenencias, lo que hicieron el día posterior “parecían buitres por la forma que se repartían las cosas”. Era el mismo jefe de grupo que participó en las dos ocasiones, de camperon, no muy alto, y poco pelo. La familia nunca recuperó nada de lo robado.

El día 21 los padres de Anahí vuelven a Mar del Plata y son anoticiados por la señora Petrone de lo acontecido, y comienza la búsqueda de su hijo yendo en primera instancia a la seccional 3era de Policía, al GADA 601 y a la Base Aérea Mar del Plata. En la Base Aérea sus padres fueron atendidos en diferentes oportunidades por el Comodoro Picard, el Teniente Cerrutti del área de inteligencia y Agustoni, jefe de la fuerza en ese momento. El día 23 fue Cerrutti quien les dijo que tenían que dirigirse a Falke de la Base Naval para tener información, aclarándole que “si algún día narraba la conversación él la iba a negar”, que “la más implicada era ella, a su hijo lo iban a devolver dentro de 6 meses o un año pero para esto la familia tenía que callar y hacer buena letra”.

El peregrinar de la familia continuó en forma incesante, juzgados, iglesias, organizaciones de derechos humanos, diferentes contactos que el padre tenía por ser Oficial Retirado de la Fuerza Aérea. Anahí aportó cartas y documentación de innumerables gestiones.

Por una carta de Susana a Julia Valor, su prima, se enteran que estaba embarazada de 3 meses, por lo que ambas familias donaron sangre para el banco de datos.

A comienzos del 77 el Coronel Barda les dice “no los busquen más, hay gente que no cambia la manera de pensar”. Susana era militante de la Juventud Peronista en Tandil, militaba en uno de los barrios más postergados de la ciudad, La Movediza, hoy la plaza del lugar lleva su nombre.

Declaración de Héctor Álvarez

Héctor Álvarez, de 56 años, empleado de Prefectura Naval Argentina, que se desempeño en el área de comunicaciones desde el año 1976 a 1984. Recuerda que Mosquera era jefe de Prefectura y Bustamante de comunicaciones. Describió la ubicación de las diferentes dependencias del edificio y confirmó la existencia de calabozos, que vio detenidos en el lugar, pero “nunca tuvo la inquietud de saber por qué había presos”, nunca vio gente golpeada, no sabe si eran detenidos con orden judicial o no.

No recuerda si prefectura tenía departamento de inteligencia, si existía en prefectura grupos de tareas y no recuerda movimiento de presos los primeros días del golpe a pesar de haber estado de guardia.

Su precaria memoria tampoco le permite recordar si por el lugar pasaron jueces o personal de la iglesia.

Declaración de Elvio Figueroa

Elvio Figueroa, 80 años retirado de Prefectura Naval. En el 76 era sub- oficial ayudante de primera. Recuerda que los primeros días del golpe la fuerza naval utilizó las instalaciones de la Prefectura como alojamiento de personas detenidas, no sabiendo la cantidad de ellos.

Los detenidos llegaban en camionetas de la marina, ingresaban por lugar de ingreso de vehículos, “bajaban normal, no creo que marina tenga esposas para llevar gente”.

Los calabozos, eran custodiados por gente de Marina y Prefectura en forma conjunta. “El detenido estaba poco tiempo en prefectura, supongo para descansar, después de interrogatorios. Podría tratarse de gente vinculada a la actividad subversiva o que pueda aportar datos de este tema”. Describe las instalaciones con precisión. Afirma que una de las tareas del grupo de Informaciones era colectar información de la actividad sindical marítima, se sabía quienes eran los sindicalistas.

Recuerda a Lencina pero no sabe si estuvo preso.

De Musmesi si recuerda que había estado en esa dependencia llevado por la Marina, que “era de un grupo de muchachos que se arrogaba el hundimiento de un buque pesquero”.

Hace referencia que “había comunicación y cambio de información con demás fuerzas, Youbet coleccionaba información, José Francisco Ferramosca estaba en sumarios, Miguel Martínez estaba en informaciones, era limitado, le dabas una maquina de escribir y salía corriendo”. “Se comentaba que había grupos de tareas para saber donde estaba la subversión, la aparición de presos no judiciales en prefectura fue después del golpe”.

Testimonio de Miguel Ángel Parola

Miguel Ángel Parola, 75 años, médico, oficial de marina retirado. Recuerda que en el año 76 concurre a un congreso de medicina realizado en la ciudad y toma contacto con el Dr. Arendar quien le manifiesta su preocupación por la desaparición de Ana Rosa Frigerio, paciente que había operado de la columna debido a lesiones producidas por un accidente automovilístico. Parola vio a Ana Rosa en la Base Naval Mar del Plata.

El medico de la base, Carrilaf le consulta si le pueden retirar el yeso, “le pedí radiografía, me quedé con ella, me dijo que era su cumpleaños, la vi bien y les dije que podían sacárselo”.

Cuando la secuestraron le dicen a la madre que iba a estar bien, incluso al principio la hicieron hablar por teléfono. Al tiempo le llega noticia que “se había fugado, y con un explosivo había fallecido”.

Luego se enteró que fue asesinada con 6 balazos en la cabeza, cuando se exhumaron cuerpos que figuraban como NN en el cementerio local.

Se la acusaba de subversiva Montonera, era estudiante de agronomía en Balcarce.

Describe la Base Naval, todos los sectores, cambios que vio desde que fue trasladado en marzo del 76 a su retorno en el 79.

Recuerda al Capitán Giachino como instructor de tiro.

Declaración de Francisco Oscar Álvarez

Francisco Oscar Álvarez, de 72 años, integrante de la Prefectura Naval. En el 76 era sub- oficial de rivera, dependía de la guardia.

Relata que “Mosquera era mi Jefe y Silva era mi jefe inmediato”.

No recuerda haber visto detenidos, salvo “los que llevamos que encontramos con un cajón de pescado, de cornalitos, para justificar”.

Al preguntársele por detenidos que pasaron por el lugar la respuesta fue “no recuerdo”.

Cuando se le preguntó por sus camaradas la mayor parte de las contestaciones fue “ni idea”, exceptuando a Martínez que cree que era chofer y a Héctor Álvarez que estaba en despacho.

Los armadores llamaban a prefectura cuando había paros por diferentes motivos, entonces les decían “estén atentos porque hay problemitas”. Recuerda que un día estando de guardia en la escollera norte vio un cuerpo muerto, y no recuerda que hizo.

Asimismo hace referencia que “era normal encontrarnos bebés en la escollera sur, en el agua como si fuera un corchito”.

La próxima audiencia esta prevista para el miércoles 30 de noviembre a las 10 hs.

“En la vida hay que hacer lo que uno siente”

Comienza la maratónica jornada de audiencia con el testimonio de Anahí Marocchi, hermana de Omar Alejandro Marocchi detenido desaparecido desde el 18 de septiembre de 1976, fecha que fue secuestrado junto a su compañera Susana Haydee Valor. Hacía pocos meses que estaban en Mar del Plata, “el 5 de septiembre fue la última vez que alguien de la familia lo vio, fueron mis padres que vinieron y compartieron con ellos unos días”. Ocasión que evaluaron la posibilidad de irse del país. La respuesta de los chicos fue “en la vida hay que hacer lo que uno siente”.

El operativo de secuestro comienza aproximadamente a las 18,30 hs, cuando un grupo de gente de civil irrumpe en la vivienda de Alejandro Korn al 900, donde encontraron en primer momento a los hijos del dueño de la casa, Rosa y Patricio Petrone. Le informan que “iban a hacer un procedimiento y no podían mirar”. Al llegar Omar es detenido y lo suben a un Ford Falcon bordó, mientras Susana es sacada esposada con las manos atrás, ante la mirada de la propietaria que acababa de arribar Stella Maris Petrone, a quien le dicen “los llevamos porque son peligrosos terroristas, que no eran de apellido Marocchi y no eran de Tandil”, advirtiéndole que retornarían al lugar para “retirar” las pertenencias, lo que hicieron el día posterior “parecían buitres por la forma que se repartían las cosas”. Era el mismo jefe de grupo que participó en las dos ocasiones, de camperon, no muy alto, y poco pelo. La familia nunca recuperó nada de lo robado.

El día 21 los padres de Anahí vuelven a Mar del Plata y son anoticiados por la señora Petrone de lo acontecido, y comienza la búsqueda de su hijo yendo en primera instancia a la seccional 3era de Policía, al GADA 601 y a la Base Aérea Mar del Plata. En la Base Aérea sus padres fueron atendidos en diferentes oportunidades por el Comodoro Picard, el Teniente Cerrutti del área de inteligencia y Agustoni, jefe de la fuerza en ese momento. El día 23 fue Cerrutti quien les dijo que tenían que dirigirse a Falke de la Base Naval para tener información, aclarándole que “si algún día narraba la conversación él la iba a negar”, que “la más implicada era ella, a su hijo lo iban a devolver dentro de 6 meses o un año pero para esto la familia tenía que callar y hacer buena letra”.

El peregrinar de la familia continuó en forma incesante, juzgados, iglesias, organizaciones de derechos humanos, diferentes contactos que el padre tenía por ser Oficial Retirado de la Fuerza Aérea. Anahí aportó cartas y documentación de innumerables gestiones.

Por una carta de Susana a Julia Valor, su prima, se enteran que estaba embarazada de 3 meses, por lo que ambas familias donaron sangre para el banco de datos.

A comienzos del 77 el Coronel Barda les dice “no los busquen más, hay gente que no cambia la manera de pensar”. Susana era militante de la Juventud Peronista en Tandil, militaba en uno de los barrios más postergados de la ciudad, La Movediza, hoy la plaza del lugar lleva su nombre.

Declaración de Héctor Álvarez

Héctor Álvarez, de 56 años, empleado de Prefectura Naval Argentina, que se desempeño en el área de comunicaciones desde el año 1976 a 1984. Recuerda que Mosquera era jefe de Prefectura y Bustamante de comunicaciones. Describió la ubicación de las diferentes dependencias del edificio y confirmó la existencia de calabozos, que vio detenidos en el lugar, pero “nunca tuvo la inquietud de saber por qué había presos”, nunca vio gente golpeada, no sabe si eran detenidos con orden judicial o no.

No recuerda si prefectura tenía departamento de inteligencia, si existía en prefectura grupos de tareas y no recuerda movimiento de presos los primeros días del golpe a pesar de haber estado de guardia.

Su precaria memoria tampoco le permite recordar si por el lugar pasaron jueces o personal de la iglesia.

Declaración de Elvio Figueroa

Elvio Figueroa, 80 años retirado de Prefectura Naval. En el 76 era sub- oficial ayudante de primera. Recuerda que los primeros días del golpe la fuerza naval utilizó las instalaciones de la Prefectura como alojamiento de personas detenidas, no sabiendo la cantidad de ellos.

Los detenidos llegaban en camionetas de la marina, ingresaban por lugar de ingreso de vehículos, “bajaban normal, no creo que marina tenga esposas para llevar gente”.

Los calabozos, eran custodiados por gente de Marina y Prefectura en forma conjunta. “El detenido estaba poco tiempo en prefectura, supongo para descansar, después de interrogatorios. Podría tratarse de gente vinculada a la actividad subversiva o que pueda aportar datos de este tema”. Describe las instalaciones con precisión. Afirma que una de las tareas del grupo de Informaciones era colectar información de la actividad sindical marítima, se sabía quienes eran los sindicalistas.

Recuerda a Lencina pero no sabe si estuvo preso.

De Musmesi si recuerda que había estado en esa dependencia llevado por la Marina, que “era de un grupo de muchachos que se arrogaba el hundimiento de un buque pesquero”.

Hace referencia que “había comunicación y cambio de información con demás fuerzas, Youbet coleccionaba información, José Francisco Ferramosca estaba en sumarios, Miguel Martínez estaba en informaciones, era limitado, le dabas una maquina de escribir y salía corriendo”. “Se comentaba que había grupos de tareas para saber donde estaba la subversión, la aparición de presos no judiciales en prefectura fue después del golpe”.

Testimonio de Miguel Ángel Parola

Miguel Ángel Parola, 75 años, médico, oficial de marina retirado. Recuerda que en el año 76 concurre a un congreso de medicina realizado en la ciudad y toma contacto con el Dr. Arendar quien le manifiesta su preocupación por la desaparición de Ana Rosa Frigerio, paciente que había operado de la columna debido a lesiones producidas por un accidente automovilístico. Parola vio a Ana Rosa en la Base Naval Mar del Plata.

El medico de la base, Carrilaf le consulta si le pueden retirar el yeso, “le pedí radiografía, me quedé con ella, me dijo que era su cumpleaños, la vi bien y les dije que podían sacárselo”.

Cuando la secuestraron le dicen a la madre que iba a estar bien, incluso al principio la hicieron hablar por teléfono. Al tiempo le llega noticia que “se había fugado, y con un explosivo había fallecido”.

Luego se enteró que fue asesinada con 6 balazos en la cabeza, cuando se exhumaron cuerpos que figuraban como NN en el cementerio local.

Se la acusaba de subversiva Montonera, era estudiante de agronomía en Balcarce.

Describe la Base Naval, todos los sectores, cambios que vio desde que fue trasladado en marzo del 76 a su retorno en el 79.

Recuerda al Capitán Giachino como instructor de tiro.

Declaración de Francisco Oscar Álvarez

Francisco Oscar Álvarez, de 72 años, integrante de la Prefectura Naval. En el 76 era sub- oficial de rivera, dependía de la guardia.

Relata que “Mosquera era mi Jefe y Silva era mi jefe inmediato”.

No recuerda haber visto detenidos, salvo “los que llevamos que encontramos con un cajón de pescado, de cornalitos, para justificar”.

Al preguntársele por detenidos que pasaron por el lugar la respuesta fue “no recuerdo”.

Cuando se le preguntó por sus camaradas la mayor parte de las contestaciones fue “ni idea”, exceptuando a Martínez que cree que era chofer y a Héctor Álvarez que estaba en despacho.

Los armadores llamaban a prefectura cuando había paros por diferentes motivos, entonces les decían “estén atentos porque hay problemitas”. Recuerda que un día estando de guardia en la escollera norte vio un cuerpo muerto, y no recuerda que hizo.

Asimismo hace referencia que “era normal encontrarnos bebés en la escollera sur, en el agua como si fuera un corchito”.

La próxima audiencia esta prevista para el miércoles 30 de noviembre a las 10 hs.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cronograma de las próximas audiencias

Día 24 de noviembre:

Anahi MAROCCHI

CarIos SPEGAZZINNI

Jorge. JOFRÉ.

Dìa 30 de noviembre:

Graciela DALEO

Ana María MARTÍ de RAMOS .

Dia 1 de diciembre:
Sara SOLARS de OSATINSKY

Maria Zülema FERREMI

Sebastián ROSENFELD

Alcira EIizabeth RÍOS

Dìa 14 de .diciembre:
Maria. Laura BRETAL

Inés PALEO

Inocencia Luca de PEGORARO

Angélica Chimeno de Bauer.

Dia 15 de :dieciembre:
Enrique. GODOY

Irene Delfina MOLINARI

Marcos CHUEQUE.

Ángela Lucía D’ANNUNCIO de CHUEQUE .

viernes, 11 de noviembre de 2011

Novedades de la Audiencia del Jueves 10 de Noviembre

Novedades de la Audiencia del Jueves 10 de Noviembre


“PATRULLA FANTASMA Y PATRULLA RESORTE”, LOS GRUPOS DE TAREAS DEL ESIM

El relato del Dr. Mora

En primer lugar presto declaración el doctor José Gregorio Mora, quien en el año 1977 era médico residente del Hospital Interzonal General de Agudos. Recuerda que al encontrarse de guardia, siendo los primeros días de mayo del 77, reciben al paciente Jorge Olave. Este tenía una secuela crónica por una herida de bala en una rodilla, “estaba con muletas, no podía caminar”. Hace referencia que el paciente contaba a la fecha con 23 o 24 años de edad. El día que iba a ser operado se encuentra con la noticia que Olave había sido secuestrado del mismo hospital. En su relato también manifiesta haber visto una chica esposada, que era trasladada por uniformados fuertemente armados, que por la ropa presume que eran de la policía. Rumbo al quirófano, en un momento que se cruzaron la chica le paso un número de teléfono para que avise lo que estaba sucediendo, pero las llamadas del médico nunca fueron atendidas por nadie. Le sacaron las esposas y la enyesaron, “tenía cabello color negro con claritos rubios, estaba entera, despierta, vivaz, inteligente, de mediana estatura, delgada, 19 años aproximadamente. En esos momentos ver eso para mí fue insólito”. En muchas ocasiones vio vehículos del ejército en el hospital y ver la entrada de uniformados al quirófano. Recuerda la estrecha relación del director Dr. Espirito con las fuerzas armadas. Al preguntársele por el Dr. Trejo Vallejos, médico desaparecido, lo recuerda como “excelente profesional y persona, muy jovial, era músico de jazz y siempre defendía a los trabajadores”.

El testimonio de Fernando Grünbblat

El siguiente testimonio estuvo a cargo de Fernando Héctor Grünbblat, quien ingresó a la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina en el año 1978. Durante el transcurso de ese año recibió instrucción militar y realizó guardias. Recuerda que se le informó “que había elementos subversivos detenidos en ese lugar”. Tanto él como sus compañeros escucharon música y gritos muy fuertes. Una noche su compañero Omar Pérez ve como el Teniente de Corbeta Alemano arrastra a una joven llevándola de los pelos al lugar de detención y a ellos los apartan del lugar. “El suboficial Iocca se jactaba de poner en caja a las personas detenidas en el pozo, eso significaba maltratarlos y pegarles”. Lo indica también como jefe de la patota. En ese momento relata que el jefe del ESIM era Salomé. Hace una descripción de cuales eran los lugares de cautiverio, señalando la sala de comunicaciones, la sala de armas y al lugar que ellos denominaban el pozo donde había unas 8 celdas. Dentro de las materias que cursaba recuerda Estudio de la Realidad Social Argentina, ERSA, donde les indicaban que “los detenidos eran quienes atentaban contra la patria, el profesor que bajaba línea de las fuerzas armadas era Schafgraf”. También recibió el curso de lucha antisubversiva.

Uno de los datos más importantes que aportó el testigo tiene que ver a los dos tipos de patrullas que funcionaban. Una era la “Patrulla Fantasma”, que actuaba de civil, portaban armas largas, la integraba un oficial y 4 más, utilizaban autos particulares y actuaban en la zona urbana. La otra era la “Patrulla Resorte”, que quedaba a disposición y requerimiento de las fuerzas conjuntas, se movilizaban con camionetas y estaba integrada por conscriptos. Quedando demostrado con esto la participación del Ejército al mando de estos operativos.

Ante la pregunta si conocía a Bujedo, lo recuerda como instructor de Ética Profesional y que “hacia inteligencia a los alumnos, investigaba a la familia por si tenían relación con elementos subversivos”. Era de inteligencia naval. Recuerda al Cabo 1ero Centeno que decía había combatido en Tucumán, en una “Sección de Infantería de Marina que hizo la última limpieza en el Cerro Conquija”.

La declaración de Cayetano Moncada

Paso seguido presta declaración Cayetano Moncada, ex empleado administrativo del Cementerio Parque de nuestra ciudad. Comienza haciendo alusión que el cementerio estuvo intervenido desde el año 1976 hasta 1979, siendo encargados los Comisarios Ruiz y Villar. Hace referencia a los procedimientos administrativos que llevan a cabo ante la llegada de un servicio. Aclarando que personal administrativo no tiene ningún tipo de contacto con el mismo, que eran gratuitos. Que quien recibía los NN era el capataz Raúl Espinoza. Los cadáveres iban directo a la sepultura y era quien le daba a conocer el lugar de inhumación a quien llevaba el cuerpo. Recuerda el nombre de Rosa Ana Frigerio en listado de NN del 76 al 80 que le fuera solicitado, constando en ese listado si eran masculinos o femeninos, número de orden, fecha, ubicación y causa. En el 82 lo buscan de la federal para ver listados con los datos de NN entre esos años y le aclaran que “es en forma confidencial”. La policía llevaba trámites de inhumación firmados por el registro civil y los médicos eran quienes firmaban las actas de defunción. “Nosotros no cuestionamos órdenes de la policía”. Hay documentos del Ejército Argentino, con la firma de Máspero, solicitando traslado de restos. Estos procedimientos eran normales en esa época. En esos días “se corría rumor que los cadáveres venían del monte Terrabusi, ahí aparecían cadáveres, por la ruta vieja a Miramar, eran rumores”.

Ultimo testimonio de la jornada: Gustavo Adolfo Hoffman

Gustavo Adolfo Hoffman fue quien declaró pasado el cuarto intermedio. Hoffman fue odontólogo en las instalaciones de la Base Naval Mar del Plata desde febrero de 1975 hasta octubre de 1976. Cuando llegó el golpe ya tenía pensado pedir la baja, pero le aconsejaron no hacerlo en ese momento ya que podía no caerle bien a sus superiores. La vida en la Base había cambiado, se veía gran movimiento de tropas, presencia de vehículos de Obras Sanitarias, muchos particulares, Ford Falcon, Recuerda que la primera vez que vio detenidos fue estando en guardia de servicio. El cocinero le dijo “tenemos visitas” y lo llevo a un recoveco que había en la cocina y mostró 3 calabozos con un detenido por celda. Hablo con uno de ellos y le manifestó que era del pescado. Estaba con la cara descubierta. En otra oportunidad le informan que tienen detenidos en una obra a medio hacer, donde vio unas 12 personas encapuchadas, sentadas, que tenían un número en la capucha, eran bolsos marineros y su función era supervisar si estos comían o tenían necesidad de bañarse. El estado en que se encontraban no era el mejor, “se los veía doblegados, estando ahí muy felices no estaban”. “Nadie me dijo que hacían ahí, se daba por sentado que estaban con la guerrilla, uno a un superior no le pregunta de esas cosas”. Esto fue aproximadamente entre los meses de mayo y junio del año 1976, cuando el Comandante era Malugani y el Sub Jefe el Capitán Ortiz. Recuerda que en una oportunidad le acercan un detenido encapuchado con dolor de muelas, le retira la capucha y le practica la extracción. “La persona vio mi nombre, le quedó grabado, y me vino a ver para que atestiguara que había estado detenido”. Recuerda que en sanidad había 6 civiles, 2 médicos, 2 odontólogos y 2 químicos. Menciona que el Capitán Giachino era quien les daba clases de disparo en el polígono y que comía en misma mesa que “Astiz, era muy callado, observaba, hablando con un colega me dijo debe ser un oreja”, nombre que se les daba a quienes practicaban inteligencia.

Concluido el testimonio de Hoffman se pasó a cuarto intermedio, reanudándose la sesión el día 23 de noviembre a las 10,30 hs.

Una vez más se refleja la importancia de los testimonios de civiles o de ex integrantes de las fuerzas que aportan datos para clarificar lo sucedido en la noche más triste que vivió nuestro país. Por eso vale recordar la convocatoria a todos quienes hayan realizado el servicio militar obligatorio en esos años, que se acerquen a los tribunales federales u organizaciones de derechos humanos para aportar sus vivencias.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Audiencia correspondiente al Jueves 3 de Noviembre

Con la presencia de gran cantidad de estudiantes comenzó la audiencia del día de la fecha.

En primer lugar prestó declaración la Sra. Ema Dib de Vacca, 84 años, madre de Nora Vacca, detenida desaparecida secuestrada la noche del 17 de septiembre del año 1976. Recuerda por relatos aportados por la familia Palomeque, propietarios de la vivienda de la calle Ayacucho 5440, que era alquilada por su hija y las compañeras Lidia y Amelia. Siendo aproximadamente las 20 hs, personal uniformado, gente de la marina se llevaron a las 3 chicas”, retornando la patota al día siguiente para llevarse todas sus pertenencias. En una de las tantas visitas que hizo Ema a la Base Naval llegó a ver la bicicleta que era propiedad de su hija

Junto a su Esposo iniciaron la búsqueda, presentado Habeas Courpus y llegando a conectarse con el Coronel Barda quien siempre los atendía y nunca les aportó absolutamente nada y con Lombardo a quienes les pidieron su liberación. Uno de los que contestó las cartas enviadas por la familia fue el acusado Pertusio, quien le contesto que nada sabía al respecto.

Nora era estudiante de psicología y por comentarios de sus hermanos escuchó que era militante de la Juventud Peronista.

Seguidamente presta testimonio la Sra. Avelina Kohan de Pavlovsky, viuda de 84 años, madre de Jorge, que fue secuestrado la noche del 29 de marzo de 1976, de la vivienda con domicilio en la calle Urquiza al 2400, “Me avisaron unos amigos que lo habían detenido” , comienza relatando Avelina.

Con su esposo, con su nuera Nélida Vallejos y una amiga de la familia Olga Possat inician la búsqueda de su hijo llegando en primera instancia a la Base Naval donde le dicen que no se encuentra. En un café de la zona puerto le informan que su hijo fue visto en la Base y comienzan las gestiones para poder verlo. Objetivo que logran pudiendo comunicarse, llevarle libros y alimentos. Recuerda que en la Base se apersona la escribana Molina quien hizo el traspaso de bienes de su hijo a nombre de su marido. También hace mención que estuvo detenido en alguna oportunidad en la sede de la Prefectura Naval Argentina. En charlas que tenían con su hijo este le hablaba de Guyot, abogado imputado en esta causa, describiéndolo como no alto, cara redonda y muy joven. Fue justamente quien le comunico, en una de sus visitas, que Jorge había sido trasladado a la Unidad Penitenciaria 9 de la Plata. Estando ya en La Plata, hace gestiones para lograr la libertad ante el Coronel Barda, quien atiende a Avelina en la sede del GADA, encontrándose con más personas que estaban en su misma situación.

Logró su excarcelación el 14 de enero del año 1977. “Recuerdo su mirada triste cuando salió, estaba callado, le dolía la vista, así hasta que falleció. No sé si se repuso, creo que no, con los años se casó, tubo hijas. Me pregunto si ese síncope que tuvo ese 2 de septiembre del 2007 no fue producto de todo ese sufrimiento”.

Por último declaró Daniel Pavlovsky, hermano de Jorge, hoy de 59 años de edad.

Recuerda por relatos de su hermano que luego de ser secuestrado del departamento de calle Urquiza al 2400 fue llevado al Golf donde le realizan un simulacro de fusilamiento y de ahí lo trasladan a la Base Naval. Relata haber llevado en 2 oportunidades a sus padres a la Base para visitar a su hermano. Contó que estacionaba su auto en la curva que esta frente a la entrada. En otra ocasión los acompañó hasta Prefectura Naval donde también estuvo detenido.

Pudieron localizarlo en la Base gracias a los datos que fue aportando gente del puerto, su hermano era muy conocido, era maquinista de buques de altura y llegó a ser parte de una lista del sindicato de conductores navales. “El era de izquierda, luchaba por una sociedad más justa”.

Por diferentes cartas recibidas supo de los apremios recibidos, golpes, tortura con picana, durante los interrogatorios le preguntaban por militantes del PST y por su lucha sindical. Nombraba a Silva como partícipe de los apremios y que había sido golpeado con palos en la Prefectura. Recuerda que durante el traslado en avión de Mar del Plata a La Plata, el 5 de septiembre del 76, sufrió un simulacro de asesinato, diciéndole que lo tirarían al mar.

Con respecto a Guyot le comentó que tenía injerencia en la base.

La familia presentó habeas courpus, siendo desestimado el primero, el segundo fue una burla legal ya que se cursó oficio a seccionales de policía y no al Ejército y Marina.

Hace mención de la presencia de la escribana Molina en la Base a los fines de hacer poder a nombre de su padre de los bienes de Jorge.

Supo que su hermano estuvo detenido junto a Bataglia, Lencina, Lerner y Sotelo entre otros.

En la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata, estuvo detenido hasta el 14 de enero de 1977, cuando el Coronel Barda, a cargo en ese momento del GADA 601, le firma la libertad condicional.

No podía sostener las agresiones que tuvo que sufrir, hasta el día que se murió el CELS lo atendía”.

Las audiencias se retomarán el próximo miercoles 9 de Noviembre a las 10.00hs en la sede det TOF Nº 1, sito en calle Luro entre Santiago del Estero y Santa Fe.


Audiencia del Jueves 2 de Noviembre

Con el testimonio de Pablo Mancini comenzó la audiencia pautada para el 2 de noviembre en el Tribunal Oral Federal Nro 1 de nuestra ciudad.

El testimonio de Pablo Mancini

Pablo Mancini fue secuestrado la noche del 8 de septiembre del año 1976, cuando se encontraba en su domicilio particular de la Av. Libertad 3286 Planta Alta. En ese momento se hallaba jugando ajedrez con su amigo José Luís Anselmo, siendo aproximadamente las 23,30 hs siente golpes en la propiedad de su padre, que vivía en la planta baja. Al asomarse por la ventana ve gran cantidad de personas vestidos de civil portando armas largas. En un momento pensaron si era conveniente entregarse o fugarse por los techos, acción que desestimaron por la gran cantidad de efectivos que habían concurrido al lugar. El Grupo de Tareas se identificó como de Coordinación Federal y entraron a la vivienda revisando absolutamente todo. Las primeras preguntas eran si conocían a Daniel Patruco, Valentín Del Carril y Hugo Suárez. Los sacan por la salida de la calle Salta y pudo visualizar 2 autos Ford Falcon, dentro de uno ya se encontraba Anselmo y otros vehículos sobre la Av. Libertad. Una vez encapuchado y tirado al piso el auto emprende su marcha yendo por Salta hasta Av. Luro, por esta hasta Independencia y hacen una parada frente a Seccional Primera de Policía, donde tocan bocina, paran, y de un auto le dicen a otro “a casa”, continúan el recorrido por Independencia hasta J B Justo y de ahí a la Base Naval. Lo introducen en una sala, presume no muy grande, lo hacen desvestir y comienzan las torturas con picana eléctrica. El interrogatorio fue extenso, le preguntaban por su militancia política. Pablo había sido estudiante de la Facultad de Arquitectura en el año 1971, habiendo participado en la agrupación GEA, Grupo de Estudios Antiimperialistas, donde también participaban Arestín, Nora Román, Estela Mersota, Patricia Pedrochi, Roberto Labagna entre otros. En el año 73 se suma a la Juventud Universitaria Peronista, JUP, y milita en el barrio Gral. San Martín haciéndolo con Alejandra de Pablo, Marta Caballero, Eliana Pachano, Daniel Bargiacoba, Chino Celesia y Mercedes del Barrio. En el 1974 fue convocado a realizar el servicio militar obligatorio, y es trasladado a Bahía Blanca donde es dado de baja en febrero del 1975. Al incorporarse nuevamente a la militancia se da cuenta que todo ha cambiado, “los grupos civiles armados ya estaban funcionando y hacían una especie de cacería, Mar del Plata era una cacería total”. A mediados del 75 dejó de militar orgánicamente por diferencias con la organización.

Durante el interrogatorio le preguntaban insistentemente por el trabajo barrial, y por cual era su grado de compromiso. “Con tanta tortura llego el momento que no sentía ni la corriente”. Finalizado el hostigamiento lo sacan y hacen subir por una escalera exterior, al aire libre, y lo meten en una sala, lo hacen quedar parado contra la pared y se da cuenta que en ese momento lo hacen bajar a Anselmo, quien “es traído al rato en pésimas condiciones”. Con Anselmo pierde contacto a la semana. En el segundo interrogatorio le preguntaban específicamente por su militancia universitaria, la persona que más preguntaba era diferente a los anteriores, y “sabía bien y conocía el ámbito universitario”.

En la Base Naval estuvo 20 días, en esos días le mostraban fotos de documentos que no pudo reconocer. Le preguntaban por Silvia, la Monja. En una oportunidad lo llevan a ver a una chica que se encontraba desnuda en la camilla de tortura para ver si la conocía. Otra noche le dicen como puede ser que no conozcas a nadie, le hacen sacar la capucha y le piden mire a la cara, identifica a uno que había estado la noche de la detención y este le expresa “si te acordas de alguien me llamas, pregunta por el Comisario”. Recordemos Comisario Pepe era el sobrenombre de Racedo.

Luego de su estadía en la base es trasladado al ESIM, en un camión con varios detenidos. Las condiciones de cautiverio fueron muy duras, venda y capucha en los ojos, pies y manos atados, obligados a estar sentado continuamente y música a todo volumen durante las 24 horas. Las golpizas eran terribles. Recuerda que a su lado fue violada una compañera por un guardia. Recuerda los apodos de sus guardias en el ESIM Gran Jefe, Gran Valor, Sapucai, “diría que Sapucai era quien violó compañeras ahí adentro”. Para interrogatorios los llevaban a la Base Naval. Recuerda que el comentario en determinado momento era “en la base no hay más peronistas, ahora están los del PST”.

Ahí fue que escucho por primera vez hablar de los vuelos de la muerte cuando un guardia le dijo “comé bien que es tu última comida, vas a viajar en avión y te vas a bajar sin paracaídas”.

La descripción que hizo Mancini de quien encabezó el operativo en su casa y quien le dijo en la Base Naval que lo llame para dar información era “cara redonda, rubio, ojos celestes”. A requerimiento de la Fiscalía se pidió autorización para que el testigo pase vista a fotos de los imputados, acción que el tribunal desestimó. La fiscalía preguntó a Pablo si conoció a Marcos Chueque, contestando que. Recuerda que su celda estaba pegada a la de Rosa Ana Frigerio, con quien se comunicaba raspando la pared, “Ana Rosa hacia manualidades con papel de cigarrillo y un día un guardia me dio una flor que había hecho”.

Haciendo referencia a las secuelas que lo vivido le produjo, hace hincapié en los graves problemas psicológicos sufridos, en lo que le costó recuperar la identidad, nos preguntamos por qué sobrevivimos y la respuesta es que “eramos los mensajeros del terror, estuvimos mucho tiempo con la capucha en la cabeza, como gran parte de la sociedad”.

El testimonio de José Luis Anselmo

Paso seguido declaró José Luís Anselmo, secuestrado junto a Pablo Mancini. Relata mismo testimonio con respecto al allanamiento y posterior traslado a la Base Naval Mar del Plata. Fue torturado, sufriendo los tormentos acostumbrados preguntándole por Hugo Suárez, Daniel y Valentín. Recuerda haber comido en las típicas bandejas de la marina, el ruido de los barcos, soldados trabajando “se notaba que estaban construyendo” y al 5to día hay desplazamiento de todos los detenidos y es alojado en una celda, teniendo a su lado una mujer detenida. Encontró al flaco Calup y su mujer Susana. Ante tanto sufrimiento les dijo “yo soy argentino y no merezco ser tratado así”. En determinado momento llegaron a pedirle rescate y preguntaban si su familia podía pagarlo. Le sacaron fotos y al 8vo día es llevado a la zona sur de la ciudad, le ponen los documentos y plata para el ómnibus en el bolsillo de su saco y es liberado.