lunes, 28 de mayo de 2012

Audiencia correspondiente al 9 de Mayo


“Quería recomendarles que podrían tener una mínima dignidad y que digan donde están los nietos”. Maria Laura Bretal


           Se inicia la audiencia del día con el testimonio de Irene Molinari, 58 años, docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
          Comienza su relato atestiguando que el día 27 de junio del año 1978, siendo aproximadamente la hora 11, allanan el domicilio de calle 9 de julio 2621 que compartía con su marido Marcos Chueque. Una patota de 6 o 7 personas, vestidos de civil y portando armas, “el que daba las ordenes era de tez blanca, bajo y otro fornido, alto, que parecía llevar peluca y que es quien me interroga”.  Se identificaron como pertenecientes a la policía federal. “Ingresan al domicilio, se aproximan a la puerta, abro, me llevan a un sillón en el comedor. Revisan todo y escucho dicen ya llega, ya llega,  al rato paso uno con Marcos”. Paso seguido ambos son esposados, “me suben a un Torino naranja y a Marcos en un  Renault blanco, arrancaron y se iban comunicando entre los dos autos, en 9 de julio y Santiago del Estero me ponen una capucha”. Al llegar a la Base Naval es alojada en una celda pequeña, había una silla y ahí permaneció esposada. “me traen comida en bandeja compartimentada, sentí una voz que pedía más pan”. Pasado cierto tiempo es llevada a una habitación donde es interrogada, “me interrogan por Marcos, ¿qué hacía?, por Vanguardia Comunista, preguntaban por qué había tantos recortes de diario, un tercero me pega, me lastiman los ojos”. Luego es trasladada a otra dependencia, “un lugar pequeño, muy iluminado”, donde es obligada a desnudarse, la atan a una mesa y es torturada con picana, “cuando me interrogan me sacan capucha, preguntaron por mis 2 hermanos que eran de la Juventud Peronista, que ya no estaban en la ciudad, me mostraron fotos, fotos de hermanos y estudiantes”.  “El que aplicaba tortura era de 1,60 m, oscuro, pelado, gordito y el que preguntaba era alto, fornido, rubio,  peluca, tenía datos ciertos”.
          Ya en la celda le llevan la cena. Uno de los participantes del operativo le dijo “lo hacemos por la patria, por el bien de la Argentina, es necesario.  le pregunté por mi marido y me dicen que lo iban a llevar a Buenos Aires, viene uno por uno a decirme que guarde silencio, que no se nada, siento que arrastran un cuerpo y dicen ¿estas bien Marcos?”.
           Le informan que va a ser puesta en libertad, “me llevan al baño, me lavo la cara, la puerta tenia agujero por el  que me observaban”.
            “Me vuelven a poner la capucha, me suben a un auto y salimos, sale a la derecha y sube a Playa Grande, me sacan capucha y veo el Parque San Martín y el Instituto de Biología Marina, compruebo que estuve en la Base Naval Mar del Plata, eran las 12 de la noche, me dejan a 1 cuadra de casa y me recibe mi cuñada”. En el domicilio la testigo observa el faltante de documentación, dinero y desorden generalizado.
          Junto a su familia comienza un largo peregrinar para dar con Marcos, presentaron habeas corpus, notas al ejército y a la marina, a organizaciones de derechos humanos, embajadas, Ministerio del Interior, fueron al obispado local donde son atendidas por el obispo Rómulo García en una oportunidad y recibieron la promesa que se ocuparía del caso, “nunca supimos más nada”.
          Molinari siguió sufriendo persecución, “me vigilaban con el mismo auto que me llevaron”. A los 4 meses es citada al  “café al lado de Canal 10 y ahí me devuelven la bufanda, certificado para recuperar restos de mi padre y me dicen que Marcos fue llevado a Buenos Aires”.
          En visita de reconocimiento del lugar con la CONADEP, recordó “el aire marino, ruido del mar, reconozco el lugar, fuimos a Buzos Tácticos, estaba la misma mesa de fotos. No tengo dudas que estuve en la Base Naval”.
         Marcos había sido militante del Partido Socialista de los Trabajadores y luego paso a Vanguardia Comunista. “Lo acusaban de ideólogo, ya en el 76 lo habían ido a buscar. Estoy orgullosa de los 30 mil desaparecidos, valientes, hoy podemos hablar en voz alta y dar la cara, ellos son asesinos y espero tengan una condena ejemplar”.
           La segunda testigo en prestar declaración es Maria Laura Bretal, 59 años, socióloga, quien jura por los 30 mil desaparecidos y el Socialismo.
          María Laura es secuestrada el 3 de mayo del año 1978 en la ciudad de Ensenada y fue alojada en el Centro  Clandestino de Detención denominado La Cacha. “Estuve la primer semana en la sala de torturas y luego me pasan a la planta alta, donde había 3 compañeras que venían de la Base Naval, Silvia Siscar (Anita), Chispi (Lucia Perrier)  y Angelita (Maria Baldasarre), estábamos encapuchados y esposados”. 
          En La Cacha también “estuvo Néstor Furrier (marido de Chispi) y Jimmy (Jorge Aguilera), todos habían pasado por la Base, Maria Cristina García (La Gringa) y estuve con Laura Carlotto, ella tuvo a Guido,  y Alicia Cajul. La Gringa hacía más tiempo que estaba ahí, sabia que n o iba a salir con vida, no estaba tabicada, su marido era Daniel Bonn, que se había exiliado. 
          La testigo hace referencia al Operativo Escoba, acción llevada a cabo a partir de diciembre de 1977 para secuestrar y desarticular a integrantes del Partido Comunista Marxista Leninista.
          Recuerda haber visto “a Walter Rosenfeld, lo llevaron de Mar del Plata, para nosotros Emilio, estaba en condiciones terribles, y a Patricia Marcuzzo que la llevan a la ESMA”.
          A Walter Rosenfeld, “Raúl Bonaffini y Carlos Lahítte lo llevaban al baño y le daban de comer, lo verdugueaban por judío, a Walter lo trasladan en agosto”.
          A “Patricia Valera, la levantan en la playa y de ahí la llevan a la Base Naval, fue a La Cacha a fines de junio, contaba que venía de la Base”. Los marinos  Gustavo, le decían el Marpla y Pablo la trajeron”. “El Marpla era alto, morocho, bigote, casi tengo la certeza que es Jorge Negri, lo reconocí por la voz y su aspecto físico. Pablo estudiaba veterinaria y esta imputado en causa La Cacha”.
          “Por la noche los guardias solicitaban compañeras, La Gringa vino de la Base abusada y en La Cacha también. Un día le dicen a Raúl Bonaffini que le traigan a las chicas, Raúl nos aviso, le dicen que aparte a Silvia y la mande, Él no lo permitió, le costo una noche de tortura y que lo dejaran colgado toda una noche”.
          “El grupo de Mar del Plata fue trasladado el 10 de agosto. El 8 fue cumple de Inés Paleo y La Gringa le hizo una torta, a Inés la liberan el 18, Norma Kin estuvo hasta octubre y todavía estaba La Gringa, la dejaron para el final junto a Raúl. La Gringa encontró en La Cacha el lavarropa de la casa, y el pulóver del marido y el reloj lo tenia puesto un guardia”.
          “En 35 años como victima y sobreviviente las que estuvimos seguimos teniendo las consecuencias de esto, nos quedan los traumas y se transmite de generación en generación, luchábamos y militábamos por un país mejor, una sociedad igualitaria. Ellos continuaron atentando a todos,  a los hijos, a las madres, Jorge Julio López, Silvia Supo y esto demuestra que la impunidad continúa, el aparato represivo no esta desmantelado, espero que se aplique la ley, no como con Duret, quería recomendarles que podrían tener una mínima dignidad y que digan donde están los nietos”.
          La última de las testigos en prestar declaración fue Maria Inés Paleo. Estuvo detenida en La Cacha del 25 de julio al 15 de agosto de 1978.
          Pudo “ver y saber que estaban La Gringa, Maria Cristina García, Chispi Furrier, Silvia Siscar (Anita”, Maria (Angelita) Baldassare,  Jimmy, Walter Rosenfeld, todos venían de la Base Naval”.
          “Con las mujeres conversé varias veces, sé que a Walter lo maltrataron bastante, estaba ahí pero no lo vi, eran del PCML, ellos creían que iban a pasar a cárcel legal, pero en agosto los trasladan yo los vi ahí cuando los llevaron, menos a La Gringa”.
          “Ellas decían que en la Base estaban peor que en La Cacha, estaban torturados, muy torturados”.
           La audiencia paso a cuarto intermedio para el día 10 de mayo a las 10 hs.
         
         
         
          
        

Audiencia correspondiente al 26 de Abril


“Malugani sabia todo y me dijo que la patria estaba en peligro”. Eduardo Salerno



En primer termino presta declaración Pedro Catalano, 65 años, economista. Recuerda que en horas del mediodía del 10 de junio del año 1976, se encontraba “con su amigo Oscar Rudnik, que tenia taller frente al club Mar del Plata, Planograf, cuando interrumpió en el lugar gente uniformada, me encapucharon y esposan, estaban uniformados y con armas largas”. El testigo había trabajado en la empresa Expreso Marplatense por lo que era conocido por el “Sr. Contarelli quien ve el operativo y aviso a mi familia, y vio que eran de la marina”.
         Me llevan a la Base Naval, cerca del mar”. Padeció diferentes tipos de maltratos y torturas. “Tuve interrogatorios,  me mostraban fotos de asambleas, yo era militante peronista,  delegado de curso y trabajaba como no docente”. “Rudnik militaba en el peronismo, en la universidad y tenía taller de impresión”. “Me insistían con Guangirolli, con quien teníamos un trabajo barrial, eramos de Pompeya”.
          A partir del aviso de Contarelli, “asiste a la Base si me ex suegro Andrés Lauría, médico, y paciente que era el Almirante Barcena, le reconocieron que estaba, luego vino el Juez Francisco Vitaco y le reconocen que estaba detenido”.
         A los 7 o 10 días es liberado, lo “sueltan con amenazas en Juan B. Justo y Tucumán. Me bajan del auto personas de tez clara, gordito, amenaza y dice que me vaya”.
           Paso seguido presta declaración Eduardo Antonio Salerno, abogado, quien comienza su relato haciendo referencia que había sido torturado por  el imputado Alfredo Arrillaga.
           El testigo hace repaso de la conformación y actuación de la Gremial de Abogados a partir de la judicializacion de diferentes luchas que tuvieron a la clase trabajadora como principal protagonista, Cordobazo, Rosariazo, Marplatazo entre otros. “Peleábamos por la vigencia de las libertades públicas”.
           El 19 de marzo me detienen con Fertita, mi familia puso habeas corpus y denuncio lo ocurrido. El 24 a la noche me llevan a la 4ta y ahí vi a Arrillaga, tenía traje marrón con líneas verticales”.  En la tortura reconozco a Arrillaga”.
          Estando el testigo ya detenido en Sierra Chica se encuentra con Battaglia, “le di una manzana y se fue, luego se que lo llevaron a La Plata, era militante del Partido Comunista, reconocido militante de las libertades  públicas en la ciudad, me dijo había estado en dependencia de la armada, él no fue picaneado”.
          Cuando yo desaparezco mi padre fue a ver a Manrique y le dijo que era difícil encontrarlo, cuando salgo me llama Costa, segundo de Barda y de la Armada, Malugani. Voy con mi padre, me preguntó si me habían interrogado, Malugani sabia todo y me dijo que la patria estaba en peligro”.
          Ya en democracia Arrillaga es nombrado “Director de Institutos Militares, dirigió el desfile del 9 de julio, venia Arrillaga en Jeep, le pidió autorización  a Alfonsin y corroboré que era Arrillaga quien me torturo”.
          Paso seguido hace referencia a lo actuado por Arrillaga como Jefe de la represión en circunstancias del copamiento del Regimiento de Infantería 3 de Tablada, por parte de militantes del Movimiento Todos por la Patria. Arrillaga entendió que Salerno era uno de los imputados y no el abogado defensor de los acusados. “Él le echo fuego a los invasores, porque con el fuego las ratas mueren, habló que no acepto la rendición porque no tenía megáfono”.
           Al preguntársele sobre el caso de Ana Rosa Frigerio, el testigo describe en forma errónea la desaparición de Coca Maggi, ocurrido en el año 1975 por integrantes de la CNU.
           El tribunal pasó a cuarto intermedio, reanudando la audiencia el miércoles 9 de mayo a las 10,30 hs.
         
          
                    

Audiencia correspondiente al 25 de Abril


“Demarchi y Cincotta eran ayudantes de Barda, mi señora los vio”, Julio Víctor Lencinas


           Comienza la audiencia con la declaración de Oscar Antonio Huerta, abogado de 76 años, vicepresidente del colegio de abogados en el año 1976. Manifiesta que a pedido de la familia Battaglia,  inicia su intervención junto al Dr. Bernal para lograr el blanqueo del detenido Alfredo Battaglia, “lo primero que hacíamos era ir al GADA 601, tratábamos que los blanqueen y nos digan donde estaban, Barda nos dijo que estaba en prefectura, la excusa era que teníamos que hacer un poder”. Barda avisó a prefectura que iban a ir a visitar a Battaglia con un escribano. A partir de esta gestión “nos permitieron ir con un escribano, el escribano nos dijo que estaba en muy malas condiciones, había estado tirado en el piso, atado con alambre”.
          El siguiente testimonio estuvo a cargo de José Maria Musmeci, 56 años, ex militante del Peronismo de Base.
          Musmeci sabiendo que estaba siendo buscado, ya había sufrido dos allanamientos en su domicilio, se entregó en la sede de la Prefectura Naval de Mar del Plata acompañado por su Padre y por Francisco Lecuna, cooperativista portuario, el 30 de marzo del año 1976.
          Por su profesión de despachante de aduana, el testigo tenía que hacer “trámites de embarcación y se hacían en Prefectura. Con Pavlosky conocíamos al Jefe Mosqueda y al Oficial Silva, el Suboficial Vicente Benítez, que era quien nos pegaba, golpeaba y mucho”. Hace descripción pormenorizada del lugar.
          Durante 2 meses estuvo detenido en Prefectura y “nos llevaban a la Base Naval a interrogatorio”.  Luego eran devueltos a prefectura. A partir de mayo su lugar de detención permanente fue la Base Naval hasta el mes de septiembre.
           En los interrogatorios eran recurrentes las preguntas, “me preguntaban por Marcos Verde, con mucha saña. Por las FAP, por Cesar Olobardi me preguntan mucho, pero hacia mucho estaba preso, me preguntaban por Nora Vacca, ella era de la JUP y militaba en planta de pescado”.
          
           Recuerda haber visto en Prefectura a “Alfredo Battaglia, a Lencina, Salinas que no era preso político, era empleado de Ventura, Pavlosky que era motorista naval”. De la Base recuerda a Lerner y Celentano que era sindicalista.
          “En agosto, un mes antes de salir recibo visita de mi familia, ya estábamos sin capucha”.
          En septiembre fue trasladado en camión a la Base Aérea y de ahí en avión a la ciudad de La Plata, donde es alojado en la Unidad Carcelaria 9. Recuerda la presencia de Mario Cámara, Ronner y Saravia en el avión. “En un momento abren puerta del avión y nos dicen que nos van a tirar, nunca tuve más miedo como ese día”. Musmeci fue dejado en libertad en febrero del 77.
          En el 78 gente de Prefectura me aconseja que me vaya por un tiempo antes del mundial, eran servicios de Prefectura y uno dijo que había estado en allanamiento anterior”.
          Julio Víctor Lencina, 79 años ex Secretario General del Sindicato de Marítimos, SOMU,  fue el siguiente testigo en prestar declaración. En la mañana del 26 de marzo de 1976, siendo las 10 hs, personal uniformado irrumpe en instalaciones del sindicato y es detenido.
          Es encapuchado y trasladado “al faro, en el ESIM me interrogó Maroli y otro de Prefectura, me pedían las armas de la CGT”. Después de 3 días es llevado a dependencias de la Base Naval de Mar del Plata. En la Base “me preguntaban por el gremio, nos hacían simulacro de fusilamiento, Alfonso de Prefectura iba a la Base y amenazaba”. De la Base es llevado a Prefectura. Describe los calabozos y diferentes lugares de la sede. “Vi cuando lo llevaron a Tito (Alfredo Battaglia) a hacer poder para poder mover las cosas, vi a Masa en oficina de Silva, Silva era jefe de información”. Recuerda haber visto a 2 ugandeses que habían sido detenidos en el puerto local.
          La esposa del testigo hizo gestiones para su búsqueda, se dirigió a  curia y al GADA 601. “Demarchi y Cincotta eran ayudantes de Barda, mi señora los vio”. “La mujer conocía a Silva y Mosqueda, Silva le dijo vaya tranquila, esta bien”.
          De prefectura fue traslado a la Base Aérea y de ahí a La Plata, donde estuvo detenido en la U9 hasta el 1 de octubre del año 1977.
          Jorge Lamas, transportista de 59 años fue el 4to testigo en prestar declaración. El 27 de marzo del año 1976 es detenido en Quequén junto a Justo Álvarez, “nos encapuchan y los nos tiran debajo de asiento de auto con las manos atadas, nos interrogan, decían que habíamos puesto una bomba en el puente colgante”. Fueron alojados hasta la madrugada en instalaciones de la Comisaría de Playa de Necochea y luego trasladados al GADA 601 de Mar del Plata. “En el GADA estaba Cámara, Saravia, Amílcar González, Paulo Fernández”.
          Luego de 3 días es trasladado al ESIM, Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina, lugar donde es interrogado, “me preguntaban por compañeros, por Rubén Ruiz, de Miramar, por Alimonta”. Jorge Lamas y Justo Álvarez eran militantes del Peronismo de Base.  De la golpiza no me podía mover, me quede sin movimiento en la rodilla, 4 o 5 veces fui interrogado en el ESIM”.
El 16 o 17 de me llevan a comisaría de Miramar con Rubén Alimonta”. Luego fue trasladado a la Unidad Penal 9 de la ciudad de La Plata.
          Ángela Beatriz Bravo de 68 años fue la siguiente testigo en dar testimonio. Ángela fue detenida en la ciudad de Miramar en ocasión de ir a casamiento de un familiar. “Era aproximadamente a las 20,30 hs, 2 hombres de traje, eran de la Marina, me dijeron si explota un cohete en Quequén te hacemos mierda a las nenas”.
          De Miramar me llevan a Necochea, me hicieron simulacro de fusilamiento, en la comisaría de Necochea me encuentro con mi marido, Nos trasladaron juntos al GADA, a mi me dejaron 12 o 14 días”. “En el GADA llevaron a la enfermería porque había perdido un criatura”. Luego fue liberada.
         El Teniente Trama me iba a ver todos los días a Miramar, por si necesitaba algo, me daba leche, me dijo tenía lastima por los chicos, mi marido estuvo desaparecido, hasta que di con él en prefectura. Lo veía cada 15 días, 15 minutos”.
         A Álvarez lo llevaron a prefectura, “fui oficina entrada para la izquierda, ahí nos encontrábamos con familiares, recuerdo de Molina. A mi marido lo encontré triste, teníamos los hijos chicos, estaba más delgado, estaba fuerte pero triste”. Luego fue trasladado a la UP 9 de La Plata donde permaneció un año y cinco meses detenido.
          El 6to testigo fue Justo Alberto Álvarez, secuestrado en Quequén el 27 de marzo del año 1976, me llevan con Lemas a comisaría de la Playa. En la madrugada es trasladado encapuchado y esposado a dependencia del GADA 601 de Mar del Plata. “Ahí ya estaban Comaschi, Saravia, González, nos separan a nosotros del grupo y a los 2 días me mandan a la Base Naval”. 
          Estuvimos 15 días encapuchados junto a Lamas, luego nos pasan a Prefectura y nos sacan la capucha, de Prefectura al ESIM unos 3 días, hasta que volvemos a la Base Naval ahí otros 20 días, un mes”.
           En  interrogatorios le preguntaban por Molina, del Peronismo de Base. En la Base sufrió simulacro de fusilamiento, submarino, submarino seco y picana.
           Recuerda el ruido del mar, las bandejas de la comida típicas de la marina y “al baño íbamos cuando a ellos se les ocurría”. En momento que es llevado a enfermería pudo ver los submarinos.
          Presentaron habeas corpus, fue inútil, a mi madre le dijeron que había un juez que Ponta palos en la rueda, era Hooft”.
           En abril de año 1977 recuperó la libertad.
           El último testigo del día fue José Ángel Nicoló. Fue detenido el 7 de julio del año 1976, levantado por grupo de tareas en negocio de su propiedad, calle Figueroa Alcorta y 12 de octubre, “por gente de civil, al mando había hombre fornido, alto, estaba con mi socio, hacen retirar a la gente que estaba ahí, a mi socio le piden documento”.  Lo llevan en un Ford celeste, le ponen capucha, lo patean y preguntan por Sanjurjo.
          El testigo supo que estuvo en la Base Naval por el recorrido del auto y porque 15 días antes había estado detenido Oscar Rudnik en el lugar.
          En el interrogatorio recibe golpes a la cabeza y simulacro de ruleta rusa. “El interrogatorio lo encabeza el Comisario, como ellos lo llamaban. Duro 2 horas, pasaban fotos de militantes de la JUP”.
           Hace descripción de la Base Naval y de las inclemencias del tiempo padecidas por las bajas temperaturas. “El Comisario pasaba revista, nos nombraba”.
          Durante esos días me preguntaba por que estaba ahí, no conocía a Sanjurjo. Un día reconozco voz del Comisario y le pido hablar. Me saco capucha y lo veo a la cara, le dije yo quiero saber que pasa conmigo, me pone capucha y me llevan a la cama. Esa noche escuche una mujer, preguntaba por Miguel. Era Patricia, dijo me violaron con un hierro en la vagina, me llevaron al regional, tenía pelo castaño, piel blanca, nunca supe de ella”.
              Al día siguiente lo llaman a declarar, “les dije quien era y qué hacia y que no sabia por quien me preguntaban”.
             Al 9no día lo liberan. Lo llevan en Ford azul y acuerdan encuentro semanal en café Doria a las 7 de la tarde. Al verlo le dicen “estas limpio, arreglado, le pide café y pregunta quien es Sanjurjo, le responde que era Calú y le dice ya está. Esto fue el 23 de julio”. El integrante de marina con quien tuvo el contacto se llamaba o hacia llamar Cesar.
          Calú era Carlos Oliva, el 23 ya lo tenían y sale publicado en diarios de la época que había caído en enfrentamiento el 5 de agosto en Puerto Belgrano junto a su mujer.
           Siendo las 20,15 hs el Tribunal paso a cuarto intermedio para el día 26 de abril a las 10,00 hs.
              
         
          

Audiencia correspondiente al 19 de Abril.


El sentimiento era que si querían te mataban, o no, eran como dioses, es lo que ellos querían transmitir”. Rubén Alimontas

           Elba Esther Maria Rossi, viuda del abogado laboralista y dirigente histórico del Partido Comunista Alfredo Battaglia,  fue la primer testigo que presto declaración en el dia de la fecha. Comienza su relato haciendo referencia al allanamiento y secuestro de su marido, sufrido en el domicilio de Jujuy 1714  piso 9 departamento A,  hecho ocurrido en la madrugada del 24 de marzo del año 1976 aproximadamente a las 3,30 hs.
          Entraron 6 o 7 personas, se lo llevan en pijamas, uno era bajo y corpulento, era de la marina y me apuntó a mi, buscaban armas, llegaron a confundir mi máquina de tejer con armas”.
          La testigo se dirigió en varias oportunidades a la Unidad Regional 4ta de Policía en búsqueda de su marido recibiendo respuesta negativa.
           Por intermedio del colegio de abogados, doctores Bernal y Huerta,  pidió audiencia con Barda, jefe del GADA 601, y me recibió 2 o 3 veces.
         Por la señora de Lencina, Blanca, supo que Alfredo estaba detenido en la Prefectura Naval de Mar del Plata. En la marina fue recibida en una ocasión por “Fava, quien me ofreció la libertad de mi marido si se van a vivir a Rusia”.
          En instalaciones de Prefectura, Battaglia “le hizo el poder para mover las cuentas”. “El doctor Masa continuó con el estudio”.
           Lo sacaban de noche y lo llevaban a médanos y le hacían simulacro de fusilamiento”.
            Entre el 8 y 9 de abril tuvieron posibilidad de verlo, haciéndolo la testigo en dependencias de la Seccional 4ta de Policía, al 3er día lo llevan a Sierra Chica y luego a Devoto, cumpliendo en total 17 meses de prisión.
          La señora Rossi hace referencia a las denigrantes requisas que sufría por personal penitenciario cuando iba de visita a la cárcel.
          Desde los 15 años era afiliado del Partido Comunista, con 28 años fue candidato a intendente en la ciudad de Dolores y luego candidato aquí en Mar del Plata. Siempre lucho por la dignidad, por defender a los obreros, trabajó por sus  ideales y su partido”.
           En último término dio testimonio Rubén Alberto Alimontas, ex militante del Peronismo de Base, que recuerda haber sido detenido en primera instancia el 17 de diciembre de 1975 por efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Estuvo detenido en la Seccional 4ta de Policía y es interrogado  por temas sindicales. Es liberado a los 17 días. “El 24 de marzo me detienen de nuevo en operativo militar de la marina, en Miramar, de ahí me encapuchan y trasladan al GADA 601, donde nos quieren hacer firmar papeles. Me niego y me pasan al Poder Ejecutivo Nacional y me llevan al pabellón con presos políticos, ahí veo entre otros a Saravia, Centeno y Molina. Nuestra presencia en el GADA era conocida. A los de Miramar nos llevan a la Base Naval, ahí empiezan los golpes, picana, submarino seco  y simulacros de fusilamiento. Me preguntaban por Mansilla, eran actos intimidatorios para quebrarnos políticamente”. De la Base es trasladado a  Prefectura Naval de Mar del Plata, “nos dejan duchar y veo a Battaglia, Molina y Jorge Lamas. Nos llevaron  ahí para recuperarnos, recibimos la visita de personal de sanidad. Con Lamas me llevan a Miramar y estuve 2 meses en la comisaría. El trato fue correcto, ahí estuve con Mabel Mosquera que había sido muy torturada en el propio Concejo Deliberante”.
          De Miramar es llevado nuevamente a la Base y de ahí trasladado en avión a la ciudad de La Plata y alojado en la Unidad 9.
           A fines de febrero del 77 salgo en libertad y volví al pueblo, era clima de miedo y terror”.
           En septiembre del 78 me vuelven a levantar, esta vez de la Policía Federal y me trasladan a la comisaría”, de calle Sarmiento y Alberti de la ciudad de Mar del Plata. “Un comisario famoso de la época me plantea que ellos no quieren gente que tenga que ver con la subversión”. Por intermedio de Álvaro Honores puede salir de la Federal y luego al exilio.
          Hace mención que la ciudad de Miramar había sido ocupada por la Marina. Infantería ocupo la empresa de energía DEBA y AyE. “A Jiménez lo torturaron en Agua y Energía de Miramar”. “A Goyeneche lo pasearon detenido por todo el pueblo de Otamendi. No se recuperó más. Era de UATRE”.
           El sentimiento era que si querían te mataban, o no, eran como dioses, es lo que ellos querían transmitir”.
           Mi padre era empleado de DEBA, de Luz y Fuerza, y los marinos le prometieron que me iban a  dejar con vida”.
            La próxima audiencia se realizará el miércoles 25 a las 10,30

Audiencia del 11 de Abril


En esa época había problemas con gente que tenía problemas con la policía”. Carlos Ernesto Petry médico legista de la Policía de la Provincia de Buenos Aires

          La primera testigo en prestar declaración en la audiencia del día de la fecha fue Irene Beatriz Caballero. Comienza su locución haciendo referencia que en la madrugada del 2 de septiembre del año 1977 fue allanado  el domicilio de sus padres,  en busca de su hermano Eduardo. Eran varias personas armadas, hace descripción de tres de ellos, “uno era rubio, menudito, con entradas, era el que manejaba todo, otro morocho pelo corto, con capote azul de la marina y otro morocho muy amenazante, uno de ellos me apunto a la panza, yo estaba embarazada, el rubio tenía saco y corbata”.
          Aproximadamente a las 2 de mañana su hermano es detenido en la vereda del domicilio, “escucho cuando le preguntan si era Caballero, estando adentro vi por una ventana que lo subían a un auto blanco, nunca más lo vimos”. Por medio de un familiar que era ex empleado de la Aeronáutica, Eduardo Snachs, supieron que estaba detenido en la Base Naval Mar del Plata.
          La testigo y familia emprenden la búsqueda ante diferentes organismos estatales, iglesia, incluyendo la presentación de habeas courpus presentado por el abogado Carlos Archimio. Al mes aproximadamente comunican al padre que su hermano había caído en un enfrentamiento.  Primero lo relacionaron con el asesinato de Fiorentini y luego en supuesto enfrentamiento entre integrantes del PCML y el Ejercito Revolucionario del Pueblo. En la comisaría de Peralta Ramos le informaron que había sido enterrado en el cementerio. Por empleados del cementerio supo “que los llevaron en camión de la Base Naval en bolsas de nylon”.  Su cuerpo estaba junto al de Ianni y Changazzo, ambos compañeros de militancia del PCML.
          Mi hermano tenia inmobiliaria en Colon y Entre Ríos, no sabia de su militancia, si que era pensante, su tendencia era la libertad”.
          El siguiente testimonio estuvo a cargo de Carlos Archimio, abogado de 64 años. Archimio fue quien presentó el habeas courpus ante el Juez Pedro Federico Hooft por la desaparición de  Eduardo Caballero, “yo no lo conocía, los padres me vinieron a ver y me dicen que lo habían  llevado de la Federal, lo presenté ante el Juez Hooft y vino negativo”. Recuerda que al tiempo fue notificado en la comisaría Peralta Ramos del fallecimiento de Caballero y le muestran fotos y le dicen que no podían exhumarlo. “Le comunique a los padres y nunca más supe”, del juzgado nunca lo llamaron.
          El tercer testigo fue Carlos Ernesto Petry, 67 años, médico oftalmólogo y médico legista de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Recuerda que “era médico legista de turno y que en esa época había problemas con gente que tenía problemas con la policía”. Su función era hacer autopsia y realizar certificados de defunción. “En base a la autopsia uno diagnostica motivo de la muerte”.
          No recuerda haber visto cadáveres en comisarías. Al mostrársele notas periodísticas que refieren al asesinato de Caballero tampoco recuerda.   Su frágil memoria tampoco le permite recordar datos solicitados por el Tribunal y la Fiscalía con respecto a cuerpos encontrados en Barranca de los Lobos. Si recuerda que “era una noche de lluvia, había cadáveres por la barranca, no recuerdo sexo, estaban vestidos, tenían disparos en la masa encefálica, eran 3 o 4 y ahí estaba el Jefe de la Unidad Regional, yo fui con Ituarte, me acerque y vi que estaban muertos”. No puede precisar si algún cuerpo tenía capucha.
          No recuerda haber visto cadáveres con torturas en esa época.
          La antropóloga Silvana Tuner fue la siguiente testigo en prestar declaración. Tuner es integrante del equipo de antropología forense que participó de las exhumaciones de los cadáveres de Caballero, Iani y Changazzo, realizado en el cementerio local el 12 de diciembre del año 2007. Recuerda que “en el caso de Caballero tenía placa, se hizo trabajo de excavación y se trabajo con los restos óseos”, las pericias se realizaron en los laboratorios con los que cuenta la organización en la ciudad de Buenos Aires. 
          En todos los casos encontraron los esqueletos completos, en todos la trayectoria de los proyectiles era de arriba hacia abajo y de atrás hacia delante. Tenían 2, 3 y 4 disparos en el cráneo”.
           “No hay ninguna lesión que pueda manifestar resistencia”.
           “En ningún caso se vio lesiones que manifiesten alguna autopsia anterior”.
          Hasta ahora se han recuperado alrededor de 1.000 personas y estamos en proceso de 350 identificaciones más”.
          Finalizo la audiencia del día con la declaración de Estela De La Cuadra, ex militante del Partido Comunista Marxista Leninista. A partir de relatos de sobrevivientes fue enumerando las numerosas caídas de militantes de su partido. Hace mención del secuestro de Vicente Ianni ocurrido el 5 de septiembre del año 1977 en instalaciones del campo propiedad de Raúl Bourg. Ianni había sido militante sindical en la ciudad de La Plata, siendo este empleado del frigorífico Swiff. Ianni se encontraba acompañado por su esposa e hijos quienes luego de lo ocurrido fueron trasladados por sus compañeros a la ciudad de La Plata. En la misma fecha es detenido Raúl Bourg. Por testimonios de familiares se enteró que “la madre de Raúl hablo con Barda, saquearon el campo y lo ocupan, Barda autorizó a Aguinaga a seguir arrendando el campo”.
          Por relato de Oscar González en Suecia supo que fueron vistos en la Base Naval de Mar del Plata varios integrantes del PCML entre ellos Juan Manuel Barboza, Changazzo, Caballero, Ianni, también a quienes habían caído en Mar de Ajó Siscar, Juan Satragno y a quienes fueron detenidos en Necochea Aguilera, Terrier, Roncoroni, Valera.
           Éramos todos militantes del PCML y participábamos del Frente Antiimperialista por el Socialismo y del Sindicalismo de Base”.
           Con la caída de Oscar González, “el 6 de diciembre del 77, comienza el  Operativo Escoba al PCML, después de Él cayó la dirección, desarticulan al PCML y en eso tiene que ver Oscar González. González estuvo en varios centros clandestinos de detención, Base Naval Mar del Plata, Atlético, Banco, Olimpo y se lo vio junto a las patotas represivas”. Oscar González se presume vive en España y hasta el momento no ha sido posible localizarlo para notificarlo del requerimiento de la justicia a prestar declaración ante el tribunal.
          La testigo aporta documentación de presentaciones realizadas en diferentes organismos internacionales denunciando todo lo que estaba ocurriendo en el país.
          La próxima audiencia fue pautada para el miércoles 18 de abril a las 10,30 hs.
         
     

martes, 15 de mayo de 2012


                                                                                                           COMUNICADO DE PRENSA
                                                                                                                                 Ref. Declara la Abuela Jorgelina Azarri de Pereyra, referente de la filial La Plata en el juicio conocido como "Base Naval II".


Abuelas de Plaza de Mayo  Filial Mar del Plata comunica que el próximo miércoles 16 de Mayo, la Abuela Jorgelina Azarri de Pereyra, referente de la filial La Plata, brindará  testimonio por el secuestro de su hija, Liliana  Carmen Pereyra, en el juicio oral y público conocido como “Base Naval  II”.

Liliana nació el 1° de septiembre de 1956 en la ciudad de La Plata. Su familia la llamaba "Lali". Eduardo el 12 de diciembre de 1954 en la ciudad de Chacabuco, provincia de Buenos Aires. Sus amigos le decían "Mocho". Se conocieron mientras estudiaban Derecho en la Universidad Nacional de La Plata. Allí comenzaron su militancia en la JUP, y luego se integraron a la organización Montoneros. Liliana era empleada en el Banco Hipotecario. En 1977, Liliana y Eduardo se mudaron a la ciudad de Mar de Plata y se instalaron en una pensión. Trabajaron en una fábrica de pescado, Liliana como filetera y Eduardo en la cámara frigorífica. El 5 de octubre de 1977 fueron secuestrados de la pensión en la que vivían. Liliana estaba embarazada de cinco meses. Permanecieron detenidos en la Base Naval de Buzos Tácticos de Mar del Plata, hasta que la joven fue trasladada a la ESMA para dar a luz. Según testimonios de sobrevivientes, Liliana permaneció detenida en la denominada "pieza de las embarazadas" y en febrero de 1978 dio a luz un niño al que llamó Federico. Estos mismos testimonios afirman que Liliana y el pequeño Federico, permanecieron juntos alrededor de unos diez días. Fue asesinada el 15 de julio del mismo año. Su cuerpo fue exhumado e identificado por el EAAF en 1985 en el Cementerio de Mar del Plata.
En el mes de Septiembre del año 2008, tras el trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo junto a la comisión Hermanos de H.I.J.O.S, pudo restituirse la identidad del hijo de Liliana y Eduardo.

La audiencia, está convocada para este miércoles 16 de Mayo a las 10.00 horas por el Tribunal Oral  Federal Número 1 de Mar del Plata Plata, sito en la Av. Luro entre Santiago del Estero y Santa Fe.  

Convocamos también a la audiencia prevista para el día Jueves 17 de Mayo a las 10.00hs en la cual declarará la testigo Liliana Gardella. Liliana fue detenida a fines de noviembre del año 1977 y llevada a la Base Naval de la ciudad de Mar del Plata, luego, fue trasladada a la Esma y allí estuvo  en contacto con algunas embarazadas cuyas desapariciones y tormentos están siendo juzgadas en la presente causa. 

Agradecemos el acompañamiento de los medios y de la sociedad en general, para que estos delitos aberrantes nunca más se repitan.
 
 
**Entre todos te estamos Buscando**
Abuelas de Plaza de Mayo
Bolivar 3053 7 º C
Mar del Plata - Argentina
Tel/fax: 0223-496-3029

viernes, 11 de mayo de 2012

“Quedate tranquilo lo estamos haciendo por el bien del país, de la patria y justo llegaste en mal momento, por eso te paso esto y nunca jamás comentes esto porque te volvemos a buscar”



Quedate tranquilo lo estamos haciendo por el bien del país, de la patria y justo llegaste en mal momento, por eso te paso esto y nunca jamás comentes esto porque te volvemos a buscar”
Luís Alberto Martínez

El primer testimonio estuvo a cargo de Carlos Manuel Barboza quien habla por relato de la familia. Entre el 7 y 9 de septiembre del año 1977 un operativo conjunto irrumpe en el domicilio y secuestran a su padre Carlos, a José Changazzo y a Luís Alberto Martínez. A pocas cuadras del lugar es detenida su madre Silvia Ibáñez dejando al testigo bajo custodia de la familia de Luís Martínez. Vale recordar que Carlos Manuel contaba a la fecha del secuestro con 10 meses de vida. “La familia Martínez llamó a mis abuelos y ellos me vinieron a buscar”. Por relato de su tía Susana Barboza supo que su padre estuvo detenido en la Base Naval Mar del Plata. Aproximadamente al mes del secuestro las Fuerzas Armadas hicieron en la propiedad de la calle Ortiz de Zarate una conferencia de prensa con “exposición de armas en la vereda y decían que era de la casa, para los mismos vecinos era una falacia, un montaje”. Según testimonios de sobrevivientes de la Base Naval Mar del Plata Carlos fue visto con vida en el año 78.
          Carlos ya en el 72 estuvo detenido y había sido torturado, en ese momento era militante de las Fuerzas Armadas de Liberación y luego pasó al Partido Comunista Marxista Leninista. Hace mención que los secuestros “comienzan con la caída de un campo en las afueras de Mar del Plata y de ahí entre septiembre y octubre cae la mayoría”.
          El domicilio fue usurpado por las Fuerzas Armadas y luego de largo proceso judicial fue recuperado por la familia.
          En segundo término declaro José Luís Pónsico, periodista deportivo, que relata el secuestro del Secretario General del Sindicato de Prensa Amilcar González, hecho ocurrido en la sede del ministerio de trabajo. A instancia de José Bellini, Secretario General de UTEDYC, logra conectarse con Bujedo y Racedo a quienes el testigo conocía por ser uno juez y el otro juez de línea de la Liga Marplatense de Fútbol.  Ambos llegaron a la ciudad a comienzo de los 70 oriundos de la ciudad de Bahía Blanca. A instancias de Bujedo, Racedo convoca a Pónsico a la Base Naval. “Racedo era el jefe de Bujedo dentro de la Base”. Al tiempo supo que el imputado era de Inteligencia de Infantería de Marina. Al consultar José Luís por la situación de Amilcar, Racedo le informa “no tiene nada que ver con la armada, lo tiene el ejercito, te puedo decir que esta con vida, lo pueden tener 1 día, 1 mes o 1 año, están viendo que hacer con él”. Con respecto a los demás periodistas le muestra las fichas de cada uno de ellos y le manifiesta no están siendo buscados por la Marina.
          Hace descripción de la oficina donde es atendido por Racedo dentro de la Base Naval, “mostró buena predisposición para ayudar, tuvo el gesto, me despide y dice cualquier cosa me llamas”. A los días el testigo agradece por la mediación a Bellini, quien le hace saber que el sobrenombre de Racedo es Comisario Pepe. Describe  Racedo era alto, robusto,  con entradas, Bujedo bajo y delgado”.
          José Luis Pónsico fue despedido del diario La Capital, Amilcar González había sido “llevado por el ejercito con complicad de la CNU, Fernando Delgado fue quien encabezó el procedimiento”.
          El tercer testimonio estuvo a cargo de Luís Alberto Martínez quien recuerda fue detenido en operativo realizado entre agosto y septiembre del año 1977 . Es llevado encapuchado y trasladado junto al dueño de casa y otra persona más. Los bajan a los 3 juntos, seguía encapuchado y esposado, me sentaron en una silla. Cuando le sirven la comida pudo ver la ropa verde y los borceguíes del guardia. “Escuche gente que preguntaba y gente golpeada, insistían con lo del campo o la quinta pasando el cementerio parque, se sentían gritos de dolor”. El testigo estuvo detenido durante 4 horas, lo llevan en auto mediano, encapuchado y esposado, le dicen “quedate tranquilo lo estamos haciendo por el bien del país, de la patria y justo llegaste en mal momento, por eso te paso esto y nunca jamás comentes esto porque te volvemos a buscar”.
          El hijo de Silvia Ibáñez y Carlos Barboza había sido entregado a los padres del testigo, quien mediante telegrama le informa a los abuelos del niño lo acontecido.
          En la noche “atracaron en casa de Barboza 2 camiones y se llevaron todo, todos de civil, no dejaron nada de la casa y del taller”.
          Al mes aproximadamente “hacen un operativo en la vivienda, aparecen los medios, hacen conferencia de prensa, relacionan a alguien que tuvo enfrentamiento en Edison y Mario Bravo y que en esa casa vivían los subversivos y ahí se fabricaban armas, lo hizo el ejército”.
          La casa fue ocupada por gente del ejercito, los hacían permanecer ahí, siempre relacionados con el GADA, eran suboficiales y oficiales”.
          Seguidamente declaró Miriam Cristina Doveauv casada con Luís Alberto Martínez, quien le comentó que había sido detenido, “me comento lo sucedido y fuimos a mandar telegrama, el  texto decía se llevaron a Silvia y a Cacho, tenemos al bebé. Luego vinieron los abuelos y llevaron al niño. Él arreglaba motores y ella era maestra, nunca más los vi”.
          El cuarto testimonio fue el de Maria Cristina Torti, , comienza recordando que en la noche del 2 de septiembre del año 1977 “llegaron hombres a casa, entraron armados buscándolo”, buscaban a su marido, Eduardo Caballero, que en ese momento se había dirigido a casa de su madre.  Un grupo se quedo apostado en el domicilio y otro salió en su búsqueda. Al rato volvieron y me preguntaron por Silvia, dije que no la conozco, es amiga de mi marido, yo no sabia donde vivía,  me preguntaban por sobrenombres el Oso Jorge Vázquez, Silvia Mendoza Celis, el Gallego, la Gallega, el Cabezón, no sabía su nombre y tampoco donde vivían. En la madrugada se retiran y le dicen que en caso de recibir visita de Silvia le pregunte su dirección. La patota se apersonaba todos los días por el domicilio. “El 7 viene Silvia a casa, le dije te andan buscando, se llevaron a Eduardo”. A Eduardo lo levantan de la puerta de la casa de la madre, calle Santiago del Estero entre Colón y Bolívar. “Después de un tiempo,  encuentro en parque Camet a quien iba a mi domicilio, el hombre me dijo no lo busques más, rehace tu vida, el hombre se fue. A los 3 días apareció en el diario que Eduardo había caído en un enfrentamiento, me mostraron en fotos el lugar donde había muerto, de Eduardo flaco, le corría hilo de sangre por el cuello”.  Le dijeron que fue enfrentamiento entre militantes del ERP y Montoneros. Eduardo era militante del Partido Comunista Marxista Leninista. Le mostraron su documento y le informan que estaba enterrado como NN en el cementerio local. Luego se exhumaron los restos y con el ADN de las hijas pudo ser reconocido, junto a él se encontraban Vázquez y Changazzo. Changazzo era el marido de Silvia. Todos militantes del PCML.
          Previamente al secuestro, 2 días antes, un hombre rubio, de 1,80 metros, había pasado por el domicilio  para preguntar si su marido seguía trabajando con el tejido. Era el mismo hombre que participo de los allanamientos, el mismo que secuestro a Eduardo en la puerta de la casa de su madre, el mismo que iba todos los días preguntando por Silvia, el mismo que la testigo encontró en Camet.
          La familia hizo innumerables trámites para localizarlo, “en el GADA me dijeron vaya a la Base para saber por su marido”. Por testimonio de Eduardo Lams que trabajaba en la Base supo de la presencia Eduardo en el lugar.
          En el año 2008 la urna con los restos de Eduardo Caballero desapareció del cementerio.
          El quinto testigo fue la hija de Eduardo Caballero, Maria Victoria Caballero, de 40 años, tenia 6 años cuando su domicilio fue allanado. “Solo recuerdo ver muchos hombres en mi casa, dos parados al lado de mi madre”. Supo que el padre fue secuestrado de la puerta del departamento donde residía su abuela. Durante 3 meses fueron a la Base Naval, llevaban comida y frazadas. “Yo vivía con mi madre y abuelos paternos”.
          Por ultimo presta declaración Maria Virginia Caballero, de 38 años, hija de Eduardo Caballero. Tenia 3 años, “me acuerdo algunas cosas de mi papa, siempre cuando llegaba le preguntaba si tenia chocolatín”.   Lo mismo le preguntó a uno de los integrantes del grupo de tareas. “Era de noche y había mucho ruido”. Recuerda que su madre siempre tenia que dejar una nota en la puerta diciendo donde iba cada vez que salía.
          Por un primo de mi abuela supe que había estado en la Base Naval”. “Mi abuela recibio amenazas cuando encontró los restos de su hijo”.
         El tribunal pasó a cuarto intermedio para el día 11 de abril a las 10,30 hs. Para presenciar los juicios se puede concurrir a dependencias del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, Av. Luro y Santiago del Estero con la sólo presentación del documento nacional de identidad.

Audiencia del 15 de Marzo


Bernardina Baccidú, la primera testigo del día. “Mi madre tenía en forma precaria un departamento y lo alquilaba a chicas, a Nancy y Nicuez, a las chicas las consideraba como hijas, estaban lejos de su hogar, nunca me di cuenta de nada”. Hace referencia que en la noche del 17 de septiembre del año 1976 o 77 siendo las 2 o 3 de la mañana, una patota entra a su casa, “primero pensé que eran de mi familia y cuando saludé me di cuenta que no eran, entró gente a los saltos, me dicen cierre la puerta y no salga más”. Paso seguido subieron al departamento que habitaban las chicas. Al rato vio por una ventanita como las bajaban encapuchadas a todas y las llevaron. Pasado cierto tiempo la testigo se apersonó en el departamento viendo desordenado y tirado, ropas, papeles, etc.
          La patota que entró estaba integrada por “5 o 6 hombres, quien daba las ordenes tenia unos 30 o 35 años, era morocho y de mediana estatura”.
          A los 2 días la testigo atendió a los padres de las chicas, “volvieron Nancy y la otra, estaban los padres, dijeron que las liberaron porque no había nada contra ellas, les contaron que sufrieron simulacros de fusilamiento y que no podían hablar más”.
          El grupo de tareas volvió en dos oportunidades más para robar absolutamente todas las pertenencias de las victimas. La primera vez “les pregunté, ¿las chicas cuando vuelven? 2 van a volver, las otras 3 nunca más van a ver la luz del día”.
          Al día siguiente del secuestro Gloria León llego al departamento, se había ausentado para casarse, “vino Core y le dije paso esto así, así y así y le dije cuidate, ella buscó al gatito y se lo llevo, estas chicas tan tiernas con un animal no podían hacer cosas malas”. Las chicas estudiaban en Humanidades. Lazeri, Iorio y Retegui se encuentran desaparecidas a la fecha.
          El siguiente testimonio fue el de Cristina Graciela Changazzo quien requirió hacerlo en forma privada, por lo que por orden del tribunal se desalojó la sala.
           A continuación declaró Silvia Mendoza Celis, compañera de José Changazzo. “Militábamos juntos en el Partido Comunista Marxista Leninista, lo conozco en Mar del Plata a fines del 76, nos juntamos y en marzo del 77 quedo embarazada”. En septiembre de 1977 José es secuestrado, supo que “trabajaba con Barboza en un taller mecánico”.
          En oportunidad que la testigo concurre al domicilio de su compañero Eduardo Caballero, Cristina su mujer le hizo saber, que “la estaban esperando, me dice que a Eduardo lo habían levantado y había dado mi nombre y apellido y Eduardo también había hablado de José”.En casa vivía otro compañero y decidimos irnos, me llevaron a una casa una semana y el 21 de septiembre me llevan a Capital”, donde permaneció unos meses. 
         Por nota aparecida en diarios, toma conocimiento que José junto a Caballero e Ianni habían sido abatidos en enfrentamiento armado entre el 15 y 20 de noviembre del 77. A partir de ahí la testigo pierde contacto, “me llevan a casa de la familia de mi marido los primeros días de diciembre y fuimos a Trenque Lauquen en las fiestas, y ahí nació mi hija Mariana”.   
          Le proponen irse del país pero no lo hizo, “pensaba que si el Flaco estaba acá muerto, yo no me podía ir”.
          Luego estuvo un año viviendo en una Clínica Psiquiatrica, propiedad de  la hermana de un amigo, me hacían pasar por psicóloga.
          Recuerda a Oscar y José Ríos como responsables del PCML, “Oscar nos dijo que estaban cayendo y torturaban, nos pedían las primeras 24 hs de silencio en la tortura para que otro compañero pueda irse”.
          La hermana de José, Graciela, tras larga búsqueda dio con los restos del Flaco en el cementerio de Mar del Plata.
          La testigo hasta el año 1993 todavía figuraba como buscada, no podía sacar el pasaporte, “fue todo muy difícil, yo no existía legalmente, no tenia documentos”.
          Silvia recuerda, “cuando voy a parir estaba sola, se corta la luz, salté de la cama y pensé que me venían a buscar, pensé que era un operativo, desde ese momento tuve ataques de pánico en la oscuridad”.
       
La próxima audiencia está prevista para el día el 28 de marzo a las 10,30 hs. Para poder ingresar a las audiencias es necesario ser mayor de 18 años y concurrir con DNI a la sede del tribunal Oral Federal Nº1, sito en Av. Luro entre Santiago del Estero y Santa Fe.