lunes, 25 de junio de 2012

“Sabían del PST, más que nosotros mismos”. Ernesto Prandina, ex militante del PST.


“Sabían del PST, más que nosotros mismos”. Ernesto Prandina, ex militante del PST.

Con modalidad de video conferencia comienza la audiencia del día de la fecha con el testimonio de Maria Pilar Jahll.
         “Yo era esposa de Roberto José Frigerio, nos habíamos casado en febrero. El 1ero de diciembre entraron varios a mi casa, República del Líbano 1357, venían a llevarlo por averiguación de antecedentes, su hermana estaba detenida en la Base”. Estaban de particular, “uno mostró credencial amarilla de Superintendencia de Seguridad Federal”.
          “Uno se quedó hasta que vino mi tío. La última cosa que dijo Roberto fue ella esta embarazada, creí que iba a volver. Ya estaba casi a término del embarazo. Le pregunté por Rosa Ana y me dijo que ya le habían sacado el yeso”.
        No recuerda aspecto físico ni apodos y nombres. Roberto era estudiante de Ingeniería y participaba del centro de estudiantes.
         Hizo habeas corpus y fueron negativos, los presentó el Dr. Gulminelli. Se presentó en la Base Naval y tampoco recibió respuesta favorable.
         Por relato de su suegra Isabel Álvarez de Mandagarán supo que “el padre de mi actual esposo, marino retirado, preguntó por Roberto, le dijeron lo habían llevado a Magdalena y ahí había fallecido”.
         “Mi hija Yudiht nació el 17 de diciembre y por ella seguí adelante”.
          Paso seguido prestó declaración Miguel Celedonio Presa, 57 años, Policía Bonaerense retirado.
         Con escasa memoria y no muy buena predisposición comienza su relato haciendo referencia que “en el 76 más o menos, en horas temprana, estando en Sub Comisaría Peralta Ramos, me avisan por llamado telefónico, que había habido un enfrentamiento entre subversivos y militares en Santa Celina”.
         “Había una sola pared en pié. Estaba todo destruido, encontramos esparcidos restos de cuerpo humano, huesos de 2 masculinos y 2 femeninos según los médicos. Veía gran cantidad de uniformados, sólo le dimos intervención al juez de turno y al registro civil como NN, y los hice inhumar en cementerio”.
         No observó ambulancia ni heridos. No recuerda haber visto a alguien con yeso en el lugar. No recuerda presencia de peritos. No recuerda que se hayan sacado fotos. No recuerda que se hayan efectuado pruebas dactiloscópicas. No le consta que la Policía dependía del Ejército. No recuerda quien llevó los cuerpos. No recuerda que causa de deceso pusieron en las actas. No recuerda presencia de armas. Si recuerda que salió en los medios y la presencia de una bandera blanca con letras azules que decía Ejército Revolucionario del Pueblo.
         Por último, mediante video conferencia, desde San Pablo Brasil,  brinda su testimonio Ernesto Prandina, 56 años, empresario, ex militante del Partido Socialista de los Trabajadores.
        “El 13 de octubre por la madrugada, despierto por golpes en la puerta, identificados como de la Federal, sin uniformes, armados, de barba, revisaron todo buscando armas. Uno que comandaba se presentó como Oficial Maidana. Eran 8 o 10 personas, me encapucharon y metieron en un Falcon verde”.
         “Vivía cerca del puerto, en el Martillo, circulo 30 minutos, se identifican y dicen traían un paquete, circulamos otros 5 minutos, ahí comienzo 45 días de secuestro que sufrí”.
         “Conocía a Norma Uder, era importante dirigente del PST, me la crucé en cesión de tortura, estaba en estado lamentable. Vi a Gustavo Statti y a otro Javier, otro Díaz y Gladys Garmendia. A Norma la vi muy mal, luego supimos que ella se había ido, un suboficial dijo esa chica ya fue. Javier era Martínez, estaba secuestrado, pasó por la tortura, Javier era del PST. Ellos fueron trasladados, todavía no sabemos donde”.
         Paso seguido describe las instalaciones de la Base Naval Mar del Plata, los calabozos, las sillas, bandejas de comida. Recuerda el ruido del mar y la sirena de los barcos.
          En los interrogatorios le “preguntaban por nombres de integrantes del PST, teléfonos y actividades políticas”.
           Después de unos días una persona, que formaba parte del grupo que lo secuestró, se identificó con el nombre de Néstor, me permitió conocerlo, era de ascendencia alemana, rubio, cabello claro. Lo identifiqué como Julio Cesar Falcke, que me torturó durante 45 días”.
           “Una mañana viene un oficial que dice Néstor quería hablar conmigo, me dio instrucciones para que no me meta en política, que iba a ser liberado. Una noche un guardia me dijo llegó tu hora, pensé era sentencia a muerte, me metieron en un coche, me sacan capucha y me hacen caminar, me saque capucha, estaba cerca de la casa de mis padres”.
         “Una vez liberado, vio a Falcke en 2 oportunidades, me preguntaba como estaba, por la familia y el trabajo,  fue en un bar en el centro”.
         “Sabían del PST, más que nosotros mismos”.
          El tribunal pasó a cuarto intermedio para el día 28 del corriente a las 10,30 hs.

 Por Jorge Censi

“Monseñor están sin capucha, nos hicieron poner capucha y entraron”. Jorge Luís Celentano


Monseñor están sin capucha, nos hicieron poner capucha y entraron”. Jorge Luís Celentano


         Se da inicio a la audiencia con la declaración de la testigo Beatriz Fernández Izaguirre, 75 años, propietaria del hotel de calle Catamarca 2254, que habitaban Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola.
          El 7 de octubre del año 1977, siendo aproximadamente las 15,30 o 16,00 hs, “se presentan en mi casa dos jóvenes bajos, morochos, diciendo eran paramilitares. Los recibió mi marido. Buscaban a Liliana Pereyra y  a Eduardo Cagnola. Dicen los estamos siguiendo desde hace mucho tiempo y sabemos están acá. Los chicos trabajaban en el puerto. Traían bolsos grandes, mi marido les dijo acá no hagan líos”.
          Mientras la testigo fue a buscar a su hijo a la salida de la escuela, su marido fue encerrado y esperaron a Liliana y Eduardo, que llegaron al domicilio aproximadamente a las 18 hs.
           Se los llevaron en “un Peugeot blanco, luego lo vinieron a buscar a mi marido, tipo 9 de la noche, le dieron unas vueltas por la ciudad y lo largaron”.
           A los pocos días llamó la familia por teléfono y mi marido los hizo venir a Mar del Plata para poner al tanto de la situación”.
            La habitación quedó un desastre, un desorden total y la abrimos cuando llegaron los padres”.
           “Los quise muchísimo, y a la familia también, eran una monada, compañeros, respetuosos, cumplidores, una maravilla de chicos”.
          Paso seguido presta declaración Daniel Cagnola, 54 años, hermano de Eduardo Cagnola.
           “Mi hermano era estudiante de Derecho en La Plata y Liliana también. Cuando empezaron las desapariciones se vinieron para acá. Trabajaba en la construcción, en el Estadio Mundial y ella en planta pesquera, luego mi hermano también fue al mismo lugar”.
         “Éramos de Chacabuco, el 15 de octubre llego una carta devuelta por destinatario desconocido. Mi padre llamó y el dueño del hotel le dijo por teléfono no podía decirle nada y que baje urgente”.
          Por relatos supieron que “el 5 de octubre llegaron personas a Catamarca 2254, les dijeron era de la Policía o algo así. Ahí los esperaron, esposaron y llevaron en 2 autos”.
         “El 15 de noviembre se presentó un habeas corpus en Capital y el 5 de diciembre en Mar del Plata”. En febrero del 78 enviaron carta al Ministerio del Interior y a diferentes instituciones y organizaciones no obteniendo ningún tipo de respuesta.
          “El dueño de la pensión dijo que vio a mismas personas haciendo un operativo similar y a uno le decían Comisario”.
         “La señora de mi hermano estaba embarazada, por comentarios estuvo en Buzos Tácticos, a Liliana la llevaron a la ESMA a tener familia, después la devuelven a Mar del Plata y nunca más se supo”.
          “El cuerpo de mi hermano nunca apareció”. Sí el de Liliana y por pericias se supo había sido fusilada.
            El tercer testigo del día de la fecha fue Jorge Luís Celentano, 73 años, ex empleado de la Junta Nacional de Granos.
          “Era empleado de la Junta Nacional de Granos, el 3 de mayo de 1976 vinieron gente de Prefectura y m e llevaron al calabozo”. Fue a plena luz del día y fue trasladado en un Ford Falcon verde. Del mismo lugar se llevaron a Sabaleta y a Palma.
           “Las celdas estaban atrás de la pared de entrada principal”.  En el lugar “estaba acompañado por Molina de Miramar y había otro Sotelo y 2 muchachos maquinistas navales, uno Jorge Pavlovsky y otro José María Musmeci”.   
          Recuerda que Pavlovsky fue golpeado en Prefectura, “lo vi pasar gritando y sentí los golpes y gritos de él”. Menciona que Benítez era quien le pegaba.
          “En Prefectura una vez me interrogaron, conocía a todos, tenía trato con los suboficiales. Quien estaba en informaciones me interroga”. Le preguntaban por las armas de los sindicatos.
          Estuvo en detenido en Prefectura aproximadamente un mes y luego es trasladado a la Base Naval de Mar del Plata, encapuchado y esposado.  “Yo estaba en el 1er calabozo, se podía estar parado o acostado, en un momento aparece una manga y una voz que dice Monseñor están sin capucha, nos hicieron poner capucha y entraron. Era uno con sotana y con insignias navales. Lo iban a ver a Lerner y le dijo reconoce tus pecados y rezá, desde ese día nunca más fui a misa. La madre de Lerner era de la Acción Católica”. Lerner le relató que habia sido picaneado y le dolían los brazos.
         En la Base Naval fue sometido a interrogatorios que se basaban, al igual que en Prefectura, “¿en dónde están las armas?”. En la Base recibió la visita de su esposa y su padre, “un día me avisan voy a tener visita, voy encapuchado y apuntado por un fusil delante de familiares, antes me llevaron a lavar”.
          De la Base Naval fui trasladado a la Comisaría de Madariaga junto a Sabaleta y Palma y de ahí a La Plata, hasta que fue liberado el 29 de agosto en la ciudad de Buenos Aires.
           Por último declara María Graciela Chueque, 61 años, hermana de Marcos quien se encuentra desaparecido al día de la fecha.
           “El 27 o 28 de junio de 1978 tocan timbre de mi casa, empujan la puerta y suben a empujones buscando a mi hermano y  a Sara Ferreyro, ex pareja de Marcos. Mi hermano habia salido con mi madre, cuando llegan lo esposan y llevan en auto. Salgo de la habitación y veo todo desordenado. Habían dicho eran de la Policía Federal”. Los integrantes de la patota estaban vestidos de civil, armados y se movilizaban en 2 vehículos. “Se llevaron grabadores y dinero”.
         La testigo no pudo visualizar en el momento que junto a Marcos era secuestrada Irene Molinari, quien era su pareja.
         “Se lo llevaban por averiguación de antecedentes, fuimos a la policía y no lo encontramos, en la noche tocan timbre y era Irene”, quien le manifestó que por la picana recibida no podía bañarse.
         Luego empezamos a presentar habeas corpus, en todos nos decían que no tenia causa y nunca habia sido detenido”.
          Marcos era militante de Vanguardia Comunista. Trabajaba en Metalmecánica.

Por Jorge Censi

“Sentí que cada una de ellas daba a luz un nieto mío”. Sara Osatinsky


“Sentí que cada una de ellas daba a luz un nieto mío”. Sara Osatinsky

         Al igual que en la jornada anterior los testigos prestaron testimonio mediante videoconferencia, en este caso desde Suiza la Sra. Sara Osatinsky, viuda de 76 años. Da comienzo su locución haciendo referencia a su secuestro efectuado en Capital Federal el 14 de mayo del año 1977. Es llevada a la Escuela de Mecánica de la Armada, ESMA, donde es torturada y donde entra en contacto con las embarazadas que pasaron por el lugar.
          Recuerda a “Susana Beatriz Pegoraro, el 8 de julio o el 18 la fueron a buscar personal de la ESMA y la Marina de Mar del Plata. A ella y al padre los llevan a la ESMA, al padre le pusieron capucha blanca, le decían lo iban a liberar, a ella le pusieron capucha azul de jean, eso significaba que no iba a ser liberada. Al padre lo sacan de la ESMA en auto y le dicen que no mire atrás, pero quiso ver patente del auto, lo levantan nuevamente y llevan a la ESMA de nuevo hasta que lo trasladaron y nunca más se supo nada”.
          “Susana estuvo en la ESMA y luego la llevan a Base Naval Mar del Plata. Estuvo hasta septiembre octubre. La traen para dar a luz una criatura, la devolvieron en forma lamentable, no hablaba, no reía, no lloraba, lo que había vivido en la Base Naval era terrorífico, tenía que estar sentada mirando la pared”.
          “La maternidad de la ESMA estuvo poco tiempo, no entraban más de 4 embarazadas, dio a luz a una nena y pudo estar con ella 10 días, luego vino Febres, Prefecto, y trajo moisés lujosísimo y le pidió escribir una carta a la madre”.
            “Era difícil hablar con ella, tenía mucho miedo, 10 días después vino Pedro Bolita, Gailán, que se encargaba de buscar a las embarazadas y a las criatura. Supe luego que fue apropiada por Policarpo Vázquez de Buzos Tácticos. Ella y su marido Rubén Bauer habían sido de Montoneros”.
            Otra de las detenidas fue “Ana Uber Castro, tenía los pechos agujereados de la tortura, estaba embarazada. En momentos a dar a luz Pichona pidió la acompañara, se hacían en la enfermería, en el subsuelo, estuve en unos 15 partos, de distintos lugares las traían acá”.
         “Liliana Pereyra,  torturaban al marido frente a ella. Yo pude ver a alguno de los Buzos Tácticos que venían para interrogar a Liliana. Ella decía a mí no me van a sacar nada, soy fuerte. Liliana tenia algo especial, y Patricia tenía una fuerza intacta, y decían hagamos algo, llegando año nuevo me hicieron una tarjeta con un osito, están las firmas de Liliana Pereyra y Patricia Marcusso. Decía te queremos mucho, tus hijas. Familiares de ambas chicas conocieron las firmas”.
           “Liliana dio a luz en febrero 78, un varón, le puso Federico, estuvo unos 10 o 15 días con la criatura, en el caso de Liliana no quería amamantarlo porque  estaba segura que no lo iba a volver a ver. Le escribió una carta a la madre”. “Un mes después salio como abatida en un enfrentamiento”.
         “En todos los partos estuvo Magnasco, médico de la Marina, el Doctor Carlos Capdevila traía sabanas verdes para las embarazadas”.
         “Las trasladaban a ellas y el niño quedaba en prisión, Pedro Bolita, Gailán, venia y se llevaba el moisés”.
         “El más terrible fue el de Patricia Marcuzzo, alrededor de febrero o marzo tuvo un hijo varón que llamó Sebastián, a los 2 días fue separado. Al llegar periodista inglés desarmaron el lugar por eso a Patricia rápidamente la trasladaron y nunca supimos más nada de ella”.
           La testigo recuperó la libertad en diciembre del año 1978, “el 12 de octubre del 79 hicimos una conferencia de prensa en Francia, Febres nos amenazó y dijo ya se van a acordar de nosotros”.
         Hicieron la denuncia ante diferentes organismos, a Naciones Unidas y organizaciones de derechos humanos.
          Hace mención que a Cecilia Viñas también la vio en la ESMA, “estuvo pocos días, vino a punto de dar a luz, en muy malas condiciones. Luego vi a su madre, me enteré que había recibido llamadas de ella, era Vildoza quien se había apoderado del niño”. El padrino de ese niño es el imputado Pertusio en quien se hizo notorio el nerviosismo y malestar al escuchar estas precisiones de la testigo.
          “Sentí que cada una de ellas daba a luz un nieto mío”.
          Por último, desde la ciudad de Barcelona, prestó declaración Julio Donato Deserio, 56 años funcionario del Estado Español, ex militante del Partido Socialista de los Trabajadores.
         Recuerda que “el 27 de octubre del año 1976 David Dostoievsky acude a mi domicilio a informar que están secuestrando a militantes del Partido Socialista de los Trabajadores, comenzando el 13 de octubre con Norma Uder y otros. Me dice esto para que tome medidas adecuadas para que me cuide la integridad. Por la noche asaltan mi domicilio al grito de Ejercito Argentino, Policía abran, entran del frente y el fondo de la casa. Me secuestran en Ford Falcon encapuchado y esposado. En 10 minutos llegan a destino y dicen llevamos un paquete”.
          Al entrar comienza el interrogatorio “me golpean en la cabeza, hacen sentar, dicen que lo saben todo, que tienen a Gladys, que iban a violar a su hermana, les dije que estaba retirado y preguntan por David Dostoievsky”.
          Luego “me sacan del cuarto, me llevan a un 1er piso, donde había unas 5 o 6 personas, que siempre serán las mismas. Estaba encapuchado y esposado”.
         “Al poco de estar ahí escuché a Patricia Gaitán. A David lo escucho ahí y nunca más supe de él. Al amanecer escucho a Gustavo Statti, a los 20 minutos escucho a Elena Ferreyro y luego uno pregunta por Javier Martínez y dice que sí, en realidad es José Martínez”.
          “Al día siguiente escucho gritos de dolor y tortura y lo identifico como José Alberto Martínez, luego una mujer gritar, era Elena Ferreyro. En la mañana un alboroto, empujan a Gabriel Della Valle. También escuche grito insistente digan donde esta mi hermana”.
         En días venideros “me llevan un par de veces más, me preguntan por Carlos Alberto González, el Papero, amigo del industrial, en otra ocasión me preguntan por Mimi. La última semana oigo a Néstor Confalonieri, del industrial, amigo también”.
         El testigo hace referencia al lugar de detención, “estaba a orillas del mar, era playa cerrada, no había olas. Escuchaba abrir persianas. En una ocasión escuche un discurso, me hacen bajar por escalera exterior. La construcción era nueva y provisoria. Luego lo identifico como Base Naval, lugar que conocía por ir a visitar submarinos cuando era niño. Nos bañan a manguera, nos dicen la ropa estaba infectada”.
         “El 28 de noviembre me llevan a sala de interrogatorios y me dicen que me van a liberar, que me porto bien, que no me meta en política. Me sacan capucha y los veo. Uno de cara angulosa de 1,70 m. Me dejan a 2 cuadras de mi casa”.
         A mediados de mayo del 77 es nuevamente detenido, “a las 4 de la mañana llegan al hogar, les dije nosotros siempre repudiamos la actividad guerrillera. Me llevan al mismo sitio, me dicen que estuve haciendo y que estuve con gente del partido. Me estaquen y torturan durante 2 horas. Luego me sugieren entregue a la gente que conozco, les digo que sí y a los 4 días abandoné el país”.
         “En el verano del 77 me encuentro con Ernesto Arandina y comenta que lo habían secuestrado del 13 al 28, dijo estuvo en calabozo, lo trataron mal y que vio a Norma”.
           Supo que “Guillermo Berdini fue secuestrado en 2 oportunidades y fue desaparecido, también Adrián López. Supe que Gabriel Della Valle salio antes que yo”.
         El tribunal pasó a cuarto intermedio hasta el día miércoles 6 de mayo a las 10,30 hs.

Por Jorge Censi

“El Comisario, nunca se tapó la cara, era robusto, pelo corto, cara redonda, ancha, era soez”. Maria Victorina Flores haciendo referencia al jefe del operativo en su secuestro


El Comisario, nunca se tapó la cara, era robusto, pelo corto, cara redonda, ancha, era soez”. Maria Victorina Flores haciendo referencia al jefe del operativo en su secuestro


           Comienza la audiencia en modalidad de videoconferencia, desde la ciudad de Barcelona presta su testimonio Fernanda Martínez Iglesias, ex militante de la Juventud Universitaria Peronista. La testigo hace mención del secuestro sufrido en la mañana del 20 de agosto del año 1976, siendo aproximadamente las 09,30 hs. acaecido  en su lugar de trabajo, Propiedad del Registro Automotor 1 y 2 que se situaba en calle Gascón 2870 de la ciudad de Mar del Plata.
         “Mi jefe se puso a la orden de ellos, Camilo González  militar retirado,  se identificaron como de la marina, de ahí me llevan a la Base”.  
          Describe a los integrantes de la patota como “4 monos gigantes, uno era el Comisario Pepe, era grande, robusto, figura redonda, cabeza redonda, acento del interior. Agraciado, guapo y absolutamente bestia, con manos gigantes. Dirigía el operativo”.
          “Nos sacaban a bañar a casillas del Club Náutico, de ahí vi los silos, sin sacarme la capucha, estaba todo como sin terminar, se estaba haciendo”. Recuerda el ruido del calefactor, las sillas playeras de mimbre y de que se tapaban con mantas.
          “Un tipo me decía Petisa ya te vas, uno era Maidana. El 22 de agosto decían que iba a haber un ataque de la guerrilla y toda esa noche nos decían que nos iban a matar a todos”. Lo describe como de altura mediana, delgado y cabello castaño.
          En los interrogatorios “mostraban fotos, algunas de familia, el Comisario Pepe era el que estaba en la mesa, él nos interrogaba”.
          Cuando llegó a la Base la testigo escucho a Graciela Datto que decía “¿Quién se quedó con mi corpiño? Hay algún fetichista aquí. Graciela estaba ahí era de Artes Visuales de Mar del Plata”.
          Entre los detenidos la testigo recuerda a “Patricia, su novio Miguel, estaba destruida, Patricia era Molinari, eran de Artes Visuales, Patricia me comentó que había sido violada”.
          “Uno me dijo que al lado hay una chica que esta enyesada, que era estudiante de Agronomía”.
          “Vi a Carlos Alberto Oliva, estaba el 20 de agosto, era compañero mío de Ciencias Económicas, estaba en la Base, una vez en Devoto apareció noticia de su muerte en el sur. Una compañera dijo estuvo detenido con ella en Bahía”.
          De la Base Naval fue trasladada al ESIM, Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina. Del Faro es traslada a Puerto Belgrano, “éramos 8, cuando nos levantan del Faro en helicópteros pude verlo”.
          “Fuimos a un barco de Puerto Belgrano, el domingo 17 de octubre ya estaba ahí, estuvimos hasta finales de noviembre y pasamos al PEN”.
         En segundo término declaró Maria Victorina Flores, secuestrada junto a su esposo Alejandro Pérez Catán el 31 de julio del año 1976.
         Recuerda que quien dirigía el operativo era “el Comisario, nunca se tapó la cara, era robusto, pelo corto, cara redonda, ancha, era soez”.
        Fueron trasladados en primera instancia a la Base Naval y a mediados de septiembre a la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina. Hace mención de prisioneros que vio “Patricia Molinari estaba en el lugar, sé que Patricia fue violada. Rosa Ana Frigerio, que era compañera de Agronomía, sabía que la habían llevado de su casa, era de la Juventud Universitaria Peronista”.
         “Estábamos encapuchados y encadenados, había gente parada. Estaba Rosario Gugliemetti, Blanca Martínez, Alejandro Pérez Catán mi compañero, Carlos Oliva y su mujer Marinelli, fue una captura muy violenta a ella la violaron por las cosas que le hacían y decían, esto fue a mediados de agosto”. Recuerda haber oído el nombre de Pellegrini.
         “Un guardia hizo comentarios del Faro, el piso era de madera, estábamos sentados alrededor de mesa de una mesa grande, se escuchaba música”.
          En el ESIM fue fotografiada. Luego es trasladada a Puerto Belgrano y alojada “en un barco, se movía mucho, nos llevaban con cadenas al baño, un día nos fumigaron de pie a cabezas y nos raparon el pelo”.  
         Sufrieron simulacros de fusilamiento y amenazas “los vamos a matar a todos”.
         Por ultimo presta declaración Alejandro Luís Pérez Catán Riviere, 60 años, ingeniero agrónomo.
         Da inicio a su relato recordando a “Ana Rosa Frigerio, era estudiante universitaria de agronomía, con ella conformamos la Lista Azul y Blanca para el Centro de Estudiantes. Se que tuvo un accidente y estuvo detenida en la Base Naval Mar del Plata, luego supe que la habían matado. Rosa Ana era de la JUP”. También recuerda a Pellegrini, a quien vio en cautiverio.
         Alejandro es secuestrado en julio 76 por un grupo de tareas encabezado por quien “se hacia llamar Comisario Pepe, no se cubría, tez blanca, entrada, cara redonda y otro alto morocho. A Pepe lo vi dentro de la Base”.
       En la Base “me meten en un recinto grande, subí escalera, había más gente, estábamos encadenados y encapuchados”. El testigo hace descripción física de la Base, entre ellos “el baño era una caseta en la playa del Náutico”.  “Se escuchaban gritos, golpes, gente torturada”.
       “A los 2 días me bajan, me atan, desnudan y me pasan picana, me preguntan por la organización, no me dieron agua por 24 horas”.
        Luego es trasladado al ESIM, “estuve 2 semanas todo el tiempo sentado, dormía también sentado” y de ahí a Puerto Belgrano, a “un barco hasta finales de noviembre”.
        De Puerto Belgrano es llevado al Penal de Sierra Chica, “estuve con Fernando Ramos, Barragán, Héctor Hugo Francica”.
         Su familia en búsqueda de su paradero presento habeas corpus, que eran denegados.  Dentro de las gestiones se reunieron con Barda, quien por carta les informó que desde noviembre estaba junto a su esposa en Puerto Belgrano.
       
 Por Jorge Censi
        
         

“Tenía 5 años, había estado con mi madre viviendo 3 años en la clandestinidad” Santiago Kraiselburd




Tenía 5 años, había estado con mi madre viviendo 3 años en la clandestinidad” Santiago Kraiselburd

             El primer testimonio del día de la fecha estuvo a cargo de Santiago Kraiselburd, hijo de Patricia Valera, consultor de 40 años.
          “Tenía 5 años, había estado con mi madre viviendo 3 años en la clandestinidad. Estaba en un lugar con mar, luego supe que era Necochea. Estaba con mi hermana Ana Kraiselburd, hija de Río, otra niña que era Victoria, mayor que mi hermana y menor que yo”
       “Me mandaron a hacer compras, volví y había un camión, creo que blanco que le llaman celulares, metido en la propiedad, me estaban esperando, estaba mi madre con una bolsa en la cabeza, estaban todos armados, me pusieron una bolsa en la cabeza a mi también”.
         “Estábamos  mi madre,  Cristina, otra mujer y yo, nos subieron a un camión, hicimos viaje corto, menos de 2 horas, promedio 1 hora. Lo que pasa luego no lo tengo claro, se que a mi madre y a mi nos pusieron en un camión y luego trasladan a lugar que por detalles es la ESMA”.
         En el primer lugar,” creo haber visto un edificio blanco y submarino”. “Entrando a la ESMA me saque capucha y la vi, adentro vi el techo y luego lo confirmé viendo fotos”.
        “Estaba Oscar Ríos, yo caminaba, andaba un poco suelto. Al tiempo uno que estaba al mando me hizo preguntas, me dio coca cola y me dijo siga a este muchacho. Me llevó a ver a mi madre, me abrazó y despidió”.
         “Luego me dejaron en la puerto de un hospital, luego supe era el de niños. Me abandonaron. Del hospital hicieron denuncia a la policía y un medico me dio bolsa de juguetes y me dijo suerte, me abrazó”.
         “A la policía le dije que mi mamá estaba presa”.
         El testigo describió una casa en la que había vivido en el barrio de Flores, una plaza, y así dieron con un departamento donde el encargado lo reconoció y dijo que había vivido hacia un tiempo en el lugar.
          El testigo no sabia que su nombre era falso, al vivir en la clandestinidad le habían cambiado el nombre por el de Mario Jiménez por ese motivo no había forma de ubicar a su familia.
           “Luego me mandaron a un orfanato. Mi padre me siguió buscando con una foto, y el juez se acordó y localizó”.
          “Un día apareció mi padre, lo reconocí por el olor, le dije que tenia una hermana, hija de Ríos, luego la familia la localizó en Mar del Plata”.  El padre adoptó a la niña.
          Años después se entero que eran militantes del Partido Comunista Marxista Leninista.
          El segundo testigo fue Rómulo Braschi, 76 años ex odontólogo de la Base Naval Mar del Plata.
          En el 72 entro a la Base, “cuando comenzó el proceso fui afectado a la función pública en Necochea”.
         No recuerda cuando fue a Necochea.
         El 24 de marzo vio movilización en la Base.
          No vio personas detenidas. Lo vio a Hoffman, “yo era jefe y él ayudante”.
         Como oficial no hacia guardia.
         Podía circular por la plaza de armas, por informaciones.
         Al consultársele por el señalamiento de la Base Naval como Centro Clandestino de Detención y Desaparición de Personas, el testigo manifiesta no haber visto ningún hecho que justifique el señalamiento.
          Reconoció que Hoffman por requerimiento realizo trabajos odontológicos.
          Con Ortiz tenia relación protocolar. No vio ni escuchó que hubiera calabozos en el lugar. Conocía la cocina.
           Si reconoce a Sosa Amaya como ex Jefe de Sanidad, también al bioquímico Branda y Parola. “Parola alguna vez me comento que había atendido a algún detenido. Con Branda conversaba, era de laboratorio y farmacia”.
          A Carrilaf lo recuerda  como “soltero, cirujano y paracaidista”.
          No recuerda si había en esa apoca algún edificio en construcción. 
          Liliana Gardella fue la tercera testigo en prestar declaración el día de la fecha.
          Liliana fue secuestrada el 25 de noviembre del año 1977, “me llevan de la estación de trenes, hombres de civil, me meten en un auto, luego levanto la cabeza y veo la garita de la Base. Ahí veo a Cagnola, Liliana Pereyra y Laura Godoy, luego de unos días me llevan a Buenos Aires. Me tienen unas horas en Club Atlético y de ahí a la ESMA”.
          “A Liliana Pereyra la vi en el baño de la Base, estaba embarazada, muy avanzado, estaba angustiada, físicamente parecía normal hacia unas semanas que estaba. Eduardo Cagnola estaba muy tenso, atormentado emocionalmente por lo que estaba pasando, a Laura Godoy la vi cuando recién la habían de tenido”.
          “A Laura la vi vestida de enfermera, tengo idea la llevaron del Regional, éramos compañeras en la escuela de enfermería”.
          La testigo hace descripción de la Base, la escalera superior que llevaba adonde estaban los detenidos y la planta baja donde se hacían los interrogatorios. Recuerda el ruido del mar y sirena de los barcos. El baño y demás dependencias.
          “En uno de los autos cuando me secuestran ya estaba Eduardo Cagnola y Silvia Castilla, quien también estaba embarazada. Éramos un grupo residual de Montoneros”.

Por Jorge Censi

“Mi nieto fue restituido, es muy amoroso, no puedo decir lo que se siente, me ha regalado las ganas de seguir viviendo y luchar día a día”. Jorgelina Azzari de Pereyra



En primera instancia presta declaración la Sra. Jorgelina Azzari de Pereyra, madre de Liliana Pereyra detenida desaparecida el 5 de octubre del año 1977. Liliana y su pareja Eduardo Cagnola vivían en la ciudad de La Plata y a pedido de su madre, debido a la represión que se estaba desarrollando en la capital bonaerense se mudan a Mar del Plata.
        Aproximadamente a las 20,30 hs del 5 de octubre son secuestrados de la pensión de la calle Catamarca 2254, gracias al aviso del dueño de la propiedad la familia toma conocimiento del secuestro.
            Son llevados a la Escuela de Buzos Tácticos y son torturados. Como Liliana estaba embarazada fue trasladada a la ESMA, estuvo unos 4 meses y el 28 de febrero tuvo a su hijo”.
          A la ESMA iban a verla periódicamente, cada 15 días de buzos tácticos de Mar del Plata a hacerle preguntas”.
         “Después que tuvo familia, Febre y Pedro Bolita la vuelven a Mar del Plata, a Buzos Tácticos, en abril o mayo del 78 aproximadamente a las 10 de la noche la asesinan, de Eduardo no se mucho más, cuando a ella la llevan a la ESMA él se rebeló”.
          “Con Abuelas hicimos carpetas con fotos y en Europa Sara Osatinsky y Ana María Martí la reconoció y dijo que la habían visto en la ESMA. Sara la había acompañado, y le relató que de la ESMA fue trasladada a Buzos Tácticos y nunca mas supo de ella”.
          Supo por relatos que “Susana Pegoraro estuvo con ella en la ESMA”.
           La familia presentó habeas corpus en La Plata y en Mar del Plata de los cuales nunca tuvo respuesta. Asimismo realizaron denuncia ante la iglesia, consulados y organismos de derechos humanos.
          “Eran militantes peronistas, una vez que Perón vino al país los insulto y se fueron de la plaza”.
         “A mi nieto lo dieron, la familia no estaba relacionada a las fuerzas armadas, pero lamentablemente me quitaron todos los derechos. Quien  entrega a mi nieto es la esposa de Menicucchi”.
         A partir de la búsqueda de Abuelas se anoticiaron que 3 chicas de La Plata estaban enterradas como NN en el cementerio de la ciudad de Mar del Plata. “Hoy estoy más tranquila, ella esta junto a su padre en el cementerio de La Plata”.
         “En el juicio a las Juntas se demostró que había sido asesinada por la espalda, le destrozaron el cráneo con Itaka y se supo que había nacido su bebé”.
          “Mi nieto fue restituido, es muy amoroso,  no puedo decir lo que se siente, me ha regalado las ganas de seguir viviendo y luchar día a día”.
        María Alejandra Pereyra, docente de 45 años, hermana de Liliana Pereyra dio su testimonio al Tribunal en segundo término.
        Comienza relatando “yo tenia 11 años, ellos no respetaban edades ni nada. Nos amenazaban porque veníamos por la calle, ellos pasaron por encima de la vida de todos nosotros, no sólo de mi hermana y cuñado. No se merecen ni siquiera ser humanos, espero se terminen las cárceles especiales”.
        “La relación con mi hermana fue muy cercana, éramos muy unidas, en el 77 vinimos acá a pasar mi cumpleaños. Eduardo era muy calido, afectuoso, sincero. Con mi hermana compartimos el baile, me enseñaba a pintarme, la sigo extrañando al punto que cuando nació mi bebé lo viví con culpa porque ella no pudo disfrutarlo.
        El daño que hicieron es irreparable”.
         Recuerda que “una vez fuimos al puerto a verla, estaban los 2 ahí, en una fábrica, pesaba pescado”.
        Por relatos de sobrevivientes de la ESMA supo que “se veía entera y trataba de ayudar a sus compañeros, tenía los grilletes puestos cuando nació su hijo”.
         El tercer testimonio, testigo de concepto, fue el de Horacio Jaunarena ex Ministro de Defensa de los gobiernos de Alfonsín, De la Rúa y D’hualde. El testigo fue presentado por la defensa del imputado Mosqueda, el abogado Saint Jean.
          Inicia su relato haciendo referencia que en el gobierno de Alfonsín una de las medidas que se adoptan es sacar a Prefectura del dominio de la armada. “Para la función de Jefe se puso a Mosqueda”.
         “La transición de Argentina a la democracia era única, fue por ruptura, no hubo acuerdo ni vinculación, la información era compleja. Nosotros encarcelamos a las juntas y Chile lo ponía a Pinochet de Senador Vitalicio. Creamos la CONADEP y el peronismo se negaba a integrar la comisión y decían que cuando lleguen al gobierno iban a dictar amnistía”. 
         Recuerda “que Mosqueda fue severo con los Albatros que eran de Seineldín”.
        “Me consta honestidad y hombría de bien, tengo el mejor de los conceptos de él”.
        “Tardamos un año para ser cuidadoso de la selección de ascensos”.
        “No había visto documentos internos firmados por Mosqueda”.
        Al preguntarle la querella como fue ascendido Alfredo Arrillaga, responsable de la represión del Regimiento de Tablada,  menciona diferentes pasos de rutina, entre ellos por méritos y se evaluaban informes de CONADEP.
         Los ascensos “en los años que estuvimos en Defensa, siempre fue por unanimidad, con consenso del Senado”.
        “La ley de Obediencia Debida y la de Punto Final fueron firmadas por mí”.
          Sin ponerse colorado dice que con el tiempo supo de algún caso de militares que fueron ascendidos habían participado de violaciones a los derechos humanos.
          Luego del cuarto intermedio se recibe por video conferencia la declaración de la testigo Maria cristina Siscar, 64 años, escritora, hermana de la detenida desaparecida Silvia Siscar.
          La testigo juró por Silvia Siscar, Juan Miguel Satragno y todas las victimas del terrorismo de estado.
          Se enteró del operativo de secuestro de su hermana  por medio de su madre “que recibió un mensaje telegráfico del encargado”. “Silvia estaba con su hijo y se lo dejo a un vecino y papel que decía el medicamento que tomaba y numero telefónico de suegros y padres, Graciela Arriola tenia a sus hijos ahí.” Recibida la notificación los abuelos van en busca de los niños.
          Los vecinos  de Mar de Ajó “después de mucho tiempo nos cuentan que alrededor del mediodía del 26 de febrero del año 1978,  de 2 autos bajaron varios hombres, entraron, golpean a Juan Miguel  y el chico no sabe si esta vivo o muerto, luego supimos del cautiverio”. “Los chicos decían que los golpeaban con culatazos”.
        “A principios del 80 mi padre estuvo con sobrevivientes de la Base Naval, cree que murió  por tormentos al poco tiempo. Un tal González  dice que estuvo Juan y Silvia en la Base”.
        Sobrevivientes de La Cacha aseguran haber visto a Silvia en el lugar hasta mediados en agosto del 78, “se los conocía como el contingente de Mar del Plata”.
         No puede precisar quien puede haber participado del operativo.
         Se presentaron habeas corpus en la ciudad de Dolores que no tuvieron respuesta favorable.
         Silvia y Juan eran militantes del Partido Comunista Marxista Leninista, Juan empezó en el 72 y Silvia se sumo en el 74, Juan era periodista del diario La Nación”

Por Jorge Censi
        

El ex Diputado Nacional de la UCR Victorio Bissioti no recuerda que el gobierno de Raúl Alfonsín haya dado el ascenso a militares que participaron de la represión.




          José Luís Ibarzabal, 58 años, licenciado en administración de empresas, fue el primer testigo de concepto en prestar declaración el día de la fecha.
          Se reconoce como “amigo de Juan Carlos Guyot de muchos años, lo conocí en el 75, era novio de su actual señora, intima amiga de mi señora. Somos íntimos amigos, es padrino de mi hijo. Nos conocimos en Buenos Aires. Era abogado auditor de la marina”.
          “Se recibió en el 74, no encontró trabajo y entro como abogado de la marina, viajaba todos los fines de semana a Buenos Aires”.
         “Estaba aburrido de la marina, acá no la pasaba bien. No tenía buena relación con los militares. Se desvinculo de la marina en el 77. mi suegro le consiguió trabajo en un estudio laboralista, él es especialista en derecho laboral”.
          “En el 2008 lo fueron a buscar al estudio, a partir de ahí se convirtió en obsesión el tema del juicio de derechos humanos”.
         “Me decía que por reglamento tenia que tener armas”.
        “Políticamente es liberal, democrático, identificado con la democracia. Sumamente sociable, trabaja en La Cava”.
         Al ser consultado por la querella el testigo manifiesta que nunca le contó que iban detenidos a la Base, que nunca le dijo como era su vida en la Base, que tenía poco trabajo y que se quería ir. Nunca le dijo que estaba en función de grupo de tareas. No le hizo referencia que firmaba cosas, no sabía que integro fuerzas de tareas y nunca le habló de sus jefes.
        En segundo término declaro Juan José Guyot, escribano, 62 años tío del imputado Juan Carlos Guyot.
         Hace mención que su sobrino se recibió de abogado en el año 74, en la Universidad Católica.
          “Transitamos juntos nuestra búsqueda de trabajo, él ingresó a la marina, primero en Puerto Belgrano, trabajaba de auditor. Ahí estaba contento, estaba vinculado con profesionales, hacia mucho deporte. En el 76 vino a Mar del Plata, primero estuvo contento por que estaba más cerca, pero no le gustaba el ambiente”.
        “Vine varias veces a la ciudad, no se encontraba integrado. Veía que estaba perdiendo el tiempo. Tenía mucho tiempo libre por eso quería aprender inglés, él no es militar de concepción”.  
         Nunca le dijo que integraba fuerza de tareas.
         “Trabajó en la obra social de Metalúrgicos y me llevo a mi también a trabajar ahí”.
         “Recuerdo con tristeza que un día al llegar a la oficina, veo un camión de gendarmería y encontré a 3 oficiales, venían con orden de detención por una causa en Mar del Plata, me cayó muy mal, él no estaba, lo llamé por celular y quedó en presentarse”.
         “No tiene relación con armas”.
         “Cuando se enteró de la citación le produjo angustia. Hay días que viene mal, me entero de cosas que fueron aberrantes, lo dejan mal a él y a todos. Sabíamos que había enfrentamiento pero no sabía como fue. No tengo nada contra los militares pero si con los vejámenes que se hicieron, se asombra cuando escucha esas cosas”.    
         A requisitoria de la querella el testigo dice no saber si el imputado tuvo otros destinos, si confirma que “vivía en la Base Naval, yo lo fui a buscar, salía del edificio que estaba a la derecha, pasé a su escritorio. Me dijo que dormía arriba, estaba cerca del comedor, estaba un momento y salíamos”.   
        “Juega al golf con grupo de amigos y con ellos trabaja en La Cava, juntan fondos, esta actividad la realiza desde el 2011”. 
        El último testigo en prestar declaración es Victorio Bissioti, ex diputado nacional por la Unión Cívica Radical, durante los años 1983 y 1963. Se autodefine como democrático y defensor de los derechos humanos.
        “Integré la Comisión de Defensa, ahí conocí a Mosqueda, tengo un altísimo concepto, integrado a las instituciones, un señor, nada que ver con la jauría que se dio en nuestro país”.
        “Alfonsín tenía un altísimo concepto de Mosqueda, se mostró preocupado y me dijo si algún día hace falta que yo declare alguna cosa, lo hago a favor de Mosqueda”.
         A requisitoria de la querella manifiesta que sabía del cargo que tenía Mosqueda en Prefectura, pero no sabía la tarea que desempeñaba.
         No sabia de documentos internos de inteligencia, no supo del hallazgo de documentación de inteligencia en Bahía Blanca.
         No recuerda que el gobierno de Raúl Alfonsín haya dado el ascenso a militares que participaron de la represión. No recuerda que el mismo gobierno haya ascendido y mantenido a jueces participes de la dictadura.
        Al ser interrogado por el Presidente del Tribunal, el testigo manifiesta no saber si el Dr. Alfonsin tenía el mismo concepto del imputado Alfredo Arrillaga.
        Finalizado el testimonio se pasó a cuarto intermedio, se reanuda la audiencia el día 16 de mayo a las 10,30. 


Por Jorge Censi.