lunes, 25 de junio de 2012

“Tenía 5 años, había estado con mi madre viviendo 3 años en la clandestinidad” Santiago Kraiselburd




Tenía 5 años, había estado con mi madre viviendo 3 años en la clandestinidad” Santiago Kraiselburd

             El primer testimonio del día de la fecha estuvo a cargo de Santiago Kraiselburd, hijo de Patricia Valera, consultor de 40 años.
          “Tenía 5 años, había estado con mi madre viviendo 3 años en la clandestinidad. Estaba en un lugar con mar, luego supe que era Necochea. Estaba con mi hermana Ana Kraiselburd, hija de Río, otra niña que era Victoria, mayor que mi hermana y menor que yo”
       “Me mandaron a hacer compras, volví y había un camión, creo que blanco que le llaman celulares, metido en la propiedad, me estaban esperando, estaba mi madre con una bolsa en la cabeza, estaban todos armados, me pusieron una bolsa en la cabeza a mi también”.
         “Estábamos  mi madre,  Cristina, otra mujer y yo, nos subieron a un camión, hicimos viaje corto, menos de 2 horas, promedio 1 hora. Lo que pasa luego no lo tengo claro, se que a mi madre y a mi nos pusieron en un camión y luego trasladan a lugar que por detalles es la ESMA”.
         En el primer lugar,” creo haber visto un edificio blanco y submarino”. “Entrando a la ESMA me saque capucha y la vi, adentro vi el techo y luego lo confirmé viendo fotos”.
        “Estaba Oscar Ríos, yo caminaba, andaba un poco suelto. Al tiempo uno que estaba al mando me hizo preguntas, me dio coca cola y me dijo siga a este muchacho. Me llevó a ver a mi madre, me abrazó y despidió”.
         “Luego me dejaron en la puerto de un hospital, luego supe era el de niños. Me abandonaron. Del hospital hicieron denuncia a la policía y un medico me dio bolsa de juguetes y me dijo suerte, me abrazó”.
         “A la policía le dije que mi mamá estaba presa”.
         El testigo describió una casa en la que había vivido en el barrio de Flores, una plaza, y así dieron con un departamento donde el encargado lo reconoció y dijo que había vivido hacia un tiempo en el lugar.
          El testigo no sabia que su nombre era falso, al vivir en la clandestinidad le habían cambiado el nombre por el de Mario Jiménez por ese motivo no había forma de ubicar a su familia.
           “Luego me mandaron a un orfanato. Mi padre me siguió buscando con una foto, y el juez se acordó y localizó”.
          “Un día apareció mi padre, lo reconocí por el olor, le dije que tenia una hermana, hija de Ríos, luego la familia la localizó en Mar del Plata”.  El padre adoptó a la niña.
          Años después se entero que eran militantes del Partido Comunista Marxista Leninista.
          El segundo testigo fue Rómulo Braschi, 76 años ex odontólogo de la Base Naval Mar del Plata.
          En el 72 entro a la Base, “cuando comenzó el proceso fui afectado a la función pública en Necochea”.
         No recuerda cuando fue a Necochea.
         El 24 de marzo vio movilización en la Base.
          No vio personas detenidas. Lo vio a Hoffman, “yo era jefe y él ayudante”.
         Como oficial no hacia guardia.
         Podía circular por la plaza de armas, por informaciones.
         Al consultársele por el señalamiento de la Base Naval como Centro Clandestino de Detención y Desaparición de Personas, el testigo manifiesta no haber visto ningún hecho que justifique el señalamiento.
          Reconoció que Hoffman por requerimiento realizo trabajos odontológicos.
          Con Ortiz tenia relación protocolar. No vio ni escuchó que hubiera calabozos en el lugar. Conocía la cocina.
           Si reconoce a Sosa Amaya como ex Jefe de Sanidad, también al bioquímico Branda y Parola. “Parola alguna vez me comento que había atendido a algún detenido. Con Branda conversaba, era de laboratorio y farmacia”.
          A Carrilaf lo recuerda  como “soltero, cirujano y paracaidista”.
          No recuerda si había en esa apoca algún edificio en construcción. 
          Liliana Gardella fue la tercera testigo en prestar declaración el día de la fecha.
          Liliana fue secuestrada el 25 de noviembre del año 1977, “me llevan de la estación de trenes, hombres de civil, me meten en un auto, luego levanto la cabeza y veo la garita de la Base. Ahí veo a Cagnola, Liliana Pereyra y Laura Godoy, luego de unos días me llevan a Buenos Aires. Me tienen unas horas en Club Atlético y de ahí a la ESMA”.
          “A Liliana Pereyra la vi en el baño de la Base, estaba embarazada, muy avanzado, estaba angustiada, físicamente parecía normal hacia unas semanas que estaba. Eduardo Cagnola estaba muy tenso, atormentado emocionalmente por lo que estaba pasando, a Laura Godoy la vi cuando recién la habían de tenido”.
          “A Laura la vi vestida de enfermera, tengo idea la llevaron del Regional, éramos compañeras en la escuela de enfermería”.
          La testigo hace descripción de la Base, la escalera superior que llevaba adonde estaban los detenidos y la planta baja donde se hacían los interrogatorios. Recuerda el ruido del mar y sirena de los barcos. El baño y demás dependencias.
          “En uno de los autos cuando me secuestran ya estaba Eduardo Cagnola y Silvia Castilla, quien también estaba embarazada. Éramos un grupo residual de Montoneros”.

Por Jorge Censi

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