viernes, 9 de marzo de 2012

Audiencia del día Jueves 8 de Marzo

Comienza la jornada de audiencia con la declaración de Liliana Elizabeth Ortiz, hija de Argentino Ponciano Ortiz detenido desaparecido en operativo realizado el 3 de febrero de 1977. “Esa tarde mi papá no estaba en casa, estaba separado, pero venía siempre. Yo tenía 13 y era conciente que algo podía pasar, era JP y conocía bien el tema”. Fue allanada la vivienda, encontrándose en el lugar la testigo, la abuela paterna y un hermano. “Entraron militares uniformados y 3 individuos vestidos de civil eran quienes dirigían el operativo. Buscaban armas, revolvieron todo, hicieron un desastre. Al rato llegan 2 hermanos y cuando se arrimaron vieron una persona que quería levantar la cabeza pero no se lo permitieron, mi hermano Carlos manifestó que era mi padre”. Argentino había sido secuestrado en la vivienda que compartía con su pareja Cristina Mosquera.

Tanto Liliana como sus hermanos fueron interrogados haciendo hincapié en “dónde están las armas”. Vale recordar que su hermano Carlos tenía 9 años, Alberto 11, Ricardo 7, Miguel 4 y Eduardo que tenía meses. Pudo identificar a uno de los integrantes del grupo de tareas, era un policía provincial de la Seccional 4ta a quien le decían Palito. La misma patota se dirigió a la fábrica Cascabel, Posadas y Magallanes, donde trabajaba la madre de Liliana pero ya se había retirado.

Las tías de la testigo hicieron todo tipo de trámites en comisarías, “mis tías recorrieron todo”. Pasaron los años y un vecino que estaba haciendo el servicio militar dijo haberlo visto en el penal de Rawson o Sierra Chica. “Por lo que se dijo estuvo en la Base Naval, lo vio una chica que había estado detenido con él”.

Argentino trabajaba en fábrica de pescado, era filetero y militante de la Juventud Trabajadora Peronista.

Vivimos cosas feas pero sobrevivimos, esas cosas jamás las vamos a olvidar, yo tuve que dejar de estudiar, me case a los 14 años. Nunca voy a poder perdonar, se que él hizo bien lo que hizo y estoy orgullosa de eso. Mis abuelas se hicieron cargo de todos. Después de lo de mi padre falleció mi mamá”.

Jorgelina Leonor Ortiz, hermana de Argentino Ponciano, fue quien acto seguido presta declaración. “El 3 de febrero del año 1977 a las 17 hs yo iba llegando al domicilio de mi hermano y veo tres autos, cuando llego estaba su pareja descompuesta y el sodero golpeado. Mi hermano estaba recostado con un short y así lo llevaron”. Por relato de la pareja de Argentino, Cristina Mosquera, supo que “entraron y tiraron a mi hermano al piso, lo golpearon, patearon y revisaron todo”. El sodero había llegado en ese momento a dejar sifones y fue reprimido.

Por relato de un conscripto supo que había estado detenido en la Base Naval. Al tiempo un integrante de la marina Carlos Sastre le hizo referencia que había visto a su hermano en el Penal de Sierra Chica.

Hizo varias gestiones para buscar su paradero, recorriendo comisarías, organismos de derechos humanos y CONADEP.

Argentino era filetero, trabajaba en la empresa Mellino, era compañero de militancia de Carlos Álvarez y Lito Corbalán.

El siguiente testimonio correspondió a Ricardo Ariel Ortiz, hijo de Argentino Ponciano. Comienza diciendo “no recuerdo nada, yo era chico, tenía 6 años, yo llego y encuentro a mi madre con mi hermana llorando diciendo que vamos a hacer ahora”. Recuerda que su padre trabajaba de filetero. Sabe que fue visto en la Base Naval por relato de una mujer.

Lo que siento hasta hoy no se puede explicar, mis hijos no pudieron conocer al abuelo, no tuve derecho de tener a mi padre al lado en momento difíciles, a los 7 años tuve que salir a trabajar, es un vacío que queda para toda la vida”.

Maria Susana Barciulli, , es quien da luego su testimonio ante el Tribunal.

Un viernes de febrero del año 1977 alrededor de las 2 de la mañana golpean la ventana de mi casa, gritan somos de las Fuerzas Armadas, estaban de civil y portaban armas largas”. Junto a su pareja José Luis Soler los encapuchan y suben a camioneta con la que llevan a otro lugar, escuchando gritos y golpes.

Luego la llevan a un lugar donde es interrogada. Siempre escucha la misma voz. Le dicen que si quiere salvarse tiene que llevar a alguien más. Al rato es trasladada al 1er piso por una escalera caracol y la hacen entrar a un calabozo, durante el día era sentada en silla de mimbre. El sábado un guardia le dice que su pareja ya había salido en libertad. “Estuve hasta el lunes que me interrogan, me desnudan y me torturan con picana, uno interroga, otro aplica y otro me tapa la boca. Siempre insistían que lleve a alguien”. Durante el interrogatorio le preguntaban por militantes de la universidad, por Tomate y por Kalú. Ellos eran Oliva y López Uribe, ambos continúan desaparecidos.

En otra oportunidad la llevan a un nuevo interrogatorio, “me dicen que entre en silencio ahí me hacen escuchar a una persona, antes me preguntaban por Ortiz, reconozco la voz del hombre que para mí era Domingo, era de la JP, en ese momento entro otra persona protestando por los apremios, lo habían levando en Mar del Plata estando de vacaciones”. Domingo era el apodo de Argentino. El otro detenido manifestaba que trabajaba en la administración pública pero nunca supo quien era.

Una noche un guardia nos dice que si queríamos podíamos sacarnos la capucha, que no le importaba, ahí escuche a Ana Rosa Frigerio. Yo la conocía de la secundaria, supe de su accidente en la ruta, que la levantan enyesada y que estaba en la Base Naval desde agosto del 76.

Hace descripción de lugar de cautiverio aportando detalles de construcción y espacios físicos. Era Buzos Tácticos.

A la semana de detención la liberan, la cargan en auto color clarito y dejan cerca de la casa, le dicen que vaya para adelante y le advierten “nena portate bien, ya sabes, te volvemos a buscar. Ellos sabían que nos conocíamos con Ortiz y Ana Rosa Frigerio. Ortiz estaba realmente mal”.

Por ultimo declara Juan Carlos Barciulli, hermano de Susana Barciulli, recuerda “mi hermana no vivía en casa, vivía en la zona del Martillo, sabía que militaba en el JP”. Hace mención que el padre buscaba contactos para saber que había pasado con Susana. También recuerda que Soler era la pareja de su hermana.

La próxima audiencia esta programada para el miércoles 14 de mazo a las 10,30 hs. Todo aquel interesado en presenciar las audiencias debe ser mayor de 18 años y presentarse con DNI en la sede del Tribunal Oral Federal Nº 1, sito en calle Av. Luro entre Santa Fe y Santiago del Estero.

Audiencia del día Miercoles 7 de Marzo

Pasadas las 10,30 hs comienza la audiencia del día de la fecha con el testimonio de María Luz Montolio. María Luz era militante del Partido Socialista de los Trabajadores al igual que su marido Sergio López que se encuentra a la fecha desaparecido.

Recuerda que la mayor caída de militantes del PST fue en el mes de octubre del año 1976, ejemplo de esto es el secuestro de Norma Uder de Prado, David Estroiesky, Stati, Javier Martínez, Rodolfo González del correo, Salvador Sliva y Guillermo Berdini quien estuvo en la Base y fue reconocido por la misma fuerza.

Antes del allanamiento habían venido unos compañeros que nos informan de las caídas, el 28 de octubre doy a luz a mi hija y cuando vuelvo a mi casa estaba Noemí Olivetto. Continúa su relato haciendo mención que “el 8 de noviembre a la tarde nos detienen. Él tenía que encontrarse con un compañero que había hecho el servicio militar en la marina”.

La patota se presentó como de la Policía, eran 5 personas, el responsable del operativo lo describe como rubio, bajo y delgado. “Nos pidieron documentos y lo llevan diciendo que lo devolvían en 1 hora”.

Al retirarse el grupo de tareas la testigo se dirige a la casa de sus padres encontrando la sorpresa que su marido había llamado al teléfono, lo que reiteró ya en su presencia a 3 horas del secuestro y le dijo “Si llama Guillermo Scheling no le digas que estoy detenido, me dijo que estaba en la base”. Scheling era el conscripto con quien tenía que encontrarse antes de su secuestro. A partir de ese momento recibió reiteradas amenazas.

A partir del 77 comencé a reunirme con otros familiares”. En enero de ese año comenzó la segunda cadena de secuestros de militantes del PST, recuerda a Dardo Damborian, González, y Carlos Alberto Moreno quien luego de su secuestro aparece en los diarios de la época como caído en enfrentamiento. “Trejo Vallejos también cae en el 77, sigo conociendo más casos, me reúno con la Sra. de Berdini, Statti y Roldán, nos reuníamos en Santa Ana, el padre Doll nos brindó una salita, nos juntábamos los domingos”.

Realizó denuncias ante diferentes organismos entre ellos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el 79, “nunca lo voy a olvidar, fue el día que la selección juvenil gano el mundial, estábamos en la cola y pasaban autos con leyendas Somos Derechos y Humanos y nos venían a provocar”.

En el 79 Julia Giaccaglia me sito para encontrarnos, estaba con Oscar Atilio Pisani, en ese encuentro me habló que hacía 3 años estaban desapareciendo y me dijo gracias a ese señor ella tenía fecha de la muerte de Guillermo Berdini, me propuso que había manera de averiguar pero tenía que darle listado de madres, también me hablaron de viaje a México, Julia estaba influenciada por este señor”.

En el 79 se producen nuevas caídas, principalmente del local del puerto, Ángel Prada, Julio Manza, Mario Rodríguez, Molina, Siucca, Antonio Sasso y Norma Sasso.

Sergio trabajaba vendiendo café en el mercado de abasto y hacia fletes, estudió en la Escuela Agrónoma de Vidal, el militaba en la juventud y yo en sindical. El partido era legal, éramos jóvenes muy convencidos, impulsamos las luchas de estudiantes y trabajadores”.

Paso seguido presta declaración Gabriel Della Valle. Comienza su relato recordando que previo al secuestro que compete la causa, “el 28 de agosto del año 1976 me sacan de la escuela de Avellaneda y Entre Ríos, entran al colegio y me llevan con Julio Martínez, yo era delegado del curso”. En esta ocasión estuvo detenido en la Seccional 4ta de Policía y liberado enseguida. Gabriel era militante del Partido Socialista de los Trabajadores. A los 2 meses, el 28 de octubre, “yo estaba durmiendo en la casa de mi hermano, golpean diciendo ser de las Fuerzas Armadas, entran y preguntan por mí y me llevan junto a Pediconi. Nos cargan en un auto y llegamos a lugar donde se detienen y dicen entramos con 2 paquetes”. Recuerda que al bajarlo del auto le “preguntan por su pareja, luego me hacen subir escalera y me sientan contra una pared, en silla de mimbre, a los pocos minutos me dan comida en bandeja”. Era constante la música a alto volumen y se escuchaban gritos, entre ellos escucha gritos de dolor de Elena Ferreiro, “Elena tenía una mirada muy dulce, era muy bonita”, y siente que en una oportunidad lo llaman a Javier Martínez, “a mi lado estaba Patricia Gaitán, en unos días intento hablar con ella, le pregunto como andas y me pegaron y cambiaron de lugar. A Patricia yo la quería muchísimo, era casi de la familia”.

En los interrogatorios le preguntaban por las actividades desarrolladas por el PST y le mostraban fotos para identificar a compañeros.

Hace una descripción pormenorizada del lugar, baños, calabozos, escaleras, lugar de torturas y utensilios de cocina.

Un día me sacan la venda y veo a la persona que me interrogaba, mi vida dependía de cada respuesta que daba, esa cara la tengo presente, cuando pasaron los años veo la las fotos de Malvinas y veo a Giacchino, para mí era Giacchino quien me interrogaba”. Ese día, después de casi una semana de cautiverio lo cargan en un auto y lo liberan junto a Pediconi.

Cuando sube Alfonsín dije, ahora si van a aparecer, siempre viví con estos fantasmas”.

Luego del cuarto intermedio es Ricardo Gaitán quien presta testimonio.

Comienza manifestando que desde el año 1974 ya no residía en la ciudad de Mar del Plata, vivía en Viedma. Recuerda a su hermana Patricia, hoy desaparecida, que era estudiante secundaria, iba al Anexo del Mariano Moreno, y militante de la Juventud del Partido Socialista de los Trabajadores. Estima que fue secuestrada entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre del año 1976 en la vía pública, en un radio cercano a domicilio del Partido que se encontraba en calle La Rioja y 25 de Mayo. Desconoce el testigo mayores detalles del secuestro. Por testimonio de Gabriel Della Valle supo que su hermana estuvo en la Base Naval de Mar del Plata. Su madre hizo las denuncias de costumbre y buscaron en seccionales de policía y hospitales.

Hasta el día de hoy no sabemos que pasó, el partido nunca fue partidario de la lucha armada. Con el daño que hicieron no se como hacen cuando llegan a su casa, no los reconozco como seres humanos, cobardes es lo que siempre fueron y siguen siendo”.

Con el relato de Damián Mogilmer concluye el paso de testigos de la audiencia. A los 8 años el testigo vivía en la ciudad balnearia de Santa Teresita. Recuerda que cerca del mediodía sale a jugar a una obra en construcción. “Cuando vuelvo al complejo de viviendas nos recibe persona armada, nos lleva a lugar donde vivía, me preguntan si la persona que estaba tirada era mi padre, era Juan, Silvia en otra habitación lloraba”. Graciela Herrera es la madre de Damián y en ella su padre Jorge centraban las preguntas que le hacían. Recibió amenazas de parte de integrantes del grupo de tareas. Al retirarse la patota recuerda que lo dejan “en casa de vecinos de al lado, hasta que nos pasó a buscar el abuelo del chico Javier. Éramos tipo nómades, andábamos de un lado para el otro”. Javier era hijo del Gallego pero ignora su apellido.

Pasó un tiempo en casa de abuelos de Javier, hasta que comento que mi abuelo tenía una imprenta en La Plata. “Lo ubican y nos viene a buscar. Con él ya estaban mis primos, ya que habían desaparecido mi tío Juan y su Señora, al tiempo va mi abuela que vivía en Mar del Plata”.

Acto seguido el Tribunal pasa a cuarto intermedio para el día 8 del corriente a las 10 hs.

viernes, 2 de marzo de 2012

“Estaban muy contentos, tenían tantas ilusiones de tantas cosas”. Aída Kancepolski

“Estaban muy contentos, tenían tantas ilusiones de tantas cosas”. Aída Kancepolski

Aída Kancepolski fue la primera testigo de la audiencia, con 87 años la integrante de Abuelas de Plaza de Mayo comenzó su relato haciendo referencia que ella vivía en Buenos Aires al momento de la desaparición de su hijo Walter Claudio Rosenfeld y Elizabeth Patricia Marcuzzo. Walter frecuentemente venia a Mar del Plata de vacaciones, hasta que finalizado el secundario tomó la decisión de radicarse en la ciudad y estudiar en la facultad de económicas. Aquí conoció a Patricia quien sería su compañera y madre de su futuro hijo.
La testigo no sabia de la militancia política de su hijo, si su sensibilidad social “yo tenía almacenado víveres, me dijo: saco para llevar a gente que necesita más que nosotros”.
Aída recuerda que el 17 de octubre de 1977, día de la madre, “Walter me llamó para decir que su novia estaba embarazada de 4 meses, estaban muy contentos, tenían tantas ilusiones de tantas cosas”.
Por llamado telefónico de su ex marido toma conocimiento de la desaparición de Walter y Patricia y comienza su largo peregrinar primero en Mar del Plata y luego en Buenos Aires por comisarías, juzgados donde presentó varios habeas courpus, organismos de derechos humanos, DAIA, AMIA, embajada Israelí, sinagogas, etc.
En Abuelas se encuentra con Alcira Ríos, sobreviviente del Centro Clandestino de Detención La Cacha, quien le dice que su hijo estuvo detenido ahí y Patricia había sido trasladada a la ESMA para tener familia. El nieto nació el 15 de abril de 1978. “Después de 4 años lo localicé, se lo habían dado a su abuela materna. Yo no conocía a su familia por eso no sabia nada”.
Recuerda el gran apoyo recibido por Negrita Segarra, de Abuelas de Plaza de Mayo de Mar del Plata, “un sábado me llama y me dice ya encontramos a tu bebé, aunque no es un bebé ya tiene 4 años, Negrita fue quien más me ayudó”.
Seis años después de ser localizado Sebastián pudo llevar el apellido de su padre.
Paso seguido prestó declaración Jorge Daniel Della Valle, artesano de 61 años. Hace referencia a lo acontecido “a fines de octubre del 76 yo vivía en Misiones 2622, vino mi padre, me llamó diciendo vinieron los militares”. Estima que lo ocurrido fue entre las 6 y las 7 de la mañana. En la casa se encontraban su padre, su señora Estela Bruna Saita, su hija de 5 meses, su hermano Gabriel y Eduardo Pediconi. “Eduardo trabajaba conmigo, trabajamos hasta tarde por eso se quedó a dormir”.
Del operativo participó personal vestido de civil y secuestraron a Gabriel y Eduardo.
Recuerda que su padre empezó la búsqueda de ambos dirigiéndose en primer término a la Seccional 4ta de Policía y a iglesias.
“Después de 8 días apareció mi hermano en casa, dijo que habia estado encapuchado, escuchaba el ruido del mar y no manifestó haber sido golpeado”.
Gabriel tenía militancia en el Partido Socialista de los Trabajadores y en ocasiones concurrían juntos a reuniones, por este motivo el testigo recuerda a Patricia Gaitán, a quien conoció como Paty y a Elena Ferreiro.
Capítulo aparte merece las manifestaciones expresadas por el imputado Lombardo, quién en oportunidad que prestaba declaración la Sra. Aída Kancepolki hizo gesto que la testigo estaba loca y le dijo en voz alta al imputado Marino ¿cuando termina ésta?

La próxima audiencia esta programada para el día 7 de marzo a las 10,30 hs. Aquellos interesados en presenciar las audiencias deben ser mayores de 18 años y concurrir con DNI al Tribunal Oral Federal Nº 1 de la ciudad de Mar del Plata, sito en calle Av. Luro entre Santiago del estero y Santa Fe.

OCTUBRE 76, LA DICTADURA TRAS LOS PASOS DEL PARTIDO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES

OCTUBRE 76, LA DICTADURA TRAS LOS PASOS DEL PARTIDO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES

Comenzó la audiencia con el testimonio de Ana Kraiselburd, 36 años, hija de Patricia Carlota Valera, militante del Partido Comunista Marxista Leninista secuestrada el 4 de febrero de 1978 en la ciudad de Necochea.
La testigo declaró que a ella y a Victoria Bonn las abandonaron en el Hospital Regional de Mar del Plata y luego las llevaron a la casa de un médico del Hospital, pronto a Victoria la internaron porque padecía una enfermedad. Ante la pregunta de la querella de Abuelas de Plaza de Mayo contestó el nombre del médico - Díaz Mallea- y dijo que surgía de su expediente.
También contestó que su abuela materna se enteró del paradero de su nieta a raíz de que en los diarios se publicaron fotos y notas de dos niñas abandonadas por subversivos.
Relató también que a su hermano se lo llevaron primero con su mamá y luego a Buenos Aires donde lo recuperó su padre Víctor Kraiselburd.
Supo con el tiempo que junto a su madre fueron secuestradas Mirta Libran y Cristina García Suárez. Su abuelo Baldomero Valera era apoderado del Partido Comunista y había desaparecido a mediados del año 1976.

Paso seguido prestó declaración Eduardo Nicolás Pediconi. Inició su relato recordando que en la noche del 28 de octubre del año 1976 se encontraba durmiendo junto a Gabriel Della Valle en la casa de Jorge Della Valle, en calle Misiones al 2600, quien no se encontraba en el lugar. En esa oportunidad más de 4 personas vestidas de civil y fuertemente armadas irrumpen en el domicilio, son reducidos e introducidos en asiento trasero de un Ford Falcon y emprenden la marcha. Recuerda que al llegar al lugar por medio de una radio de comunicaciones escucha que piden apertura del portón, identificándose el responsable como Tigre. Luego de unos 15 minutos de viaje “nos hacen bajar, caminamos unos metros, nos hacen subir escalera y sentar de frente a la pared en silla de playa”. Escuchó voces de mujeres. Pudo ver la bandeja de la comida y el pantalón azul y zapatos negros de los guardias, indumentaria típica de integrantes de la marina. Lo llevaban a una oficina y le preguntaban por Jorge Della Valle. Estuvo 6 días detenido hasta que le informan que iba a ser dejado en libertad, lo llevan en un Ford Falcon hasta la intersección de Av. Paso y xx de Septiembre.
En el año 1985 trabajó en el taller de submarinos de la Base Naval y tuvo la impresión de haber estado detenido en la Escuela de Buceo o la sede de Buzos Tácticos.
Luego de 2 horas de cuarto intermedio se reanuda la audiencia con el testimonio de Edilia Noemí Regina Abdala, militante estudiantil del Partido Socialista de los Trabajadores. En principio narra la oportunidad en que fueron secuestrados Eduardo Pediconi y Gabriel Della Valle de la casa de Jorge Della Valle también militante del PST. Por relatos recibidos indica que estuvieron aproximadamente 1 semana detenidos, que a Gabriel le preguntaban por ella. Que estaban en el mismo lugar Patricia Gaitán, Julio Desiderio que luego fue liberado, Norma Uder que era la responsable de los secundarios, una chica Elena que puede tratarse de Ferreiro, un chico de nombre Rodolfo. Conoció por su militancia estudiantil a Gustavo Stati, a José Martínez, que le decían Javier y que fue secuestrado en ocasión de visitar este a su madre. Recuerda que Noemí Olivetto era de la Dirección Regional del Partido. A Gabriel Della Valle lo volvió a ver en Buenos Aires. Concluye el relato la testigo haciendo mención que había sido secuestrada el 15 de septiembre del año 1976, permaneciendo detenida por más de 24 hs en el Cuartel de Bomberos de la calle Salta entre Falucho y Gascón.
Con la comparecencia de Gladis Virginia Garmendia, militante del Partido Socialista de los Trabajadores, culmina la audiencia del día. En su relato hace referencia al momento de la detención de los militantes del PST Gustavo Statti, José Martínez que era llamado Javier y Elena Ferreiro. “Yo vi la detención de Javier y Elena, yo estaba detenida en la Base, me sacaron de la celda, me tiraron en un auto y en San Martín y San Luís veo a Javier, Elena y Gustavo en la entrada de los cines, era temprano tipo 6,30 o 7,00 hs. me ponen la capucha y los meten en el auto”.
Gladis fue detenida en 2 ocasiones. La primera el 19 de octubre de 1976 y fue secuestrada junto a su hermana Haydee Emilia Garmendia. En el interrogatorio le preguntaban por el posible paso de militantes del PST al Ejército Revolucionario del Pueblo. Al tiempo las hermanas son liberadas y la testigo fue nuevamente detenida el 26 de octubre del mismo año. Fue la misma patota que participó en ambos secuestros. En esta segunda oportunidad estuvo 33 días en cautiverio en la Base Naval de Mar del Plata, aporta datos precisos en la descripción del lugar,”era un lugar espacioso, había sillas de playas, estábamos todos encapuchados y esposados”. Hace referencia a la zona de calabozos y baños. En una oportunidad habían dejado la ventana abierta del baño y pudo divisar los silos del puerto. Supo que sus compañeros fueron golpeados y torturados y las mujeres eran sometidas a abusos sexuales y manoseadas. La testigo sufrió el manoseo del Capellán de la Base. “Tuve un simulacro de fusilamiento, me decían ¡que día para morir¡, era el día de los muertos, me ponen contra la pared y sentí tiros”. Estando detenida recibió un mensaje escrito por su novio que junto a su hermana fueron quienes se ocuparon de saber dónde se encontraba. Cuando es liberada le advierten “si volves a la política no contás más el cuento”. Ya en la calle el hostigamiento a Gladis continuó de parte del represor apodado Cachorro, “él quería tener una relación amorosa, hasta que me casé, luego no apareció más”.


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