En primera
instancia presta declaración la Sra.
Jorgelina Azzari de Pereyra, madre de Liliana Pereyra
detenida desaparecida el 5 de octubre del año 1977. Liliana y su pareja Eduardo
Cagnola vivían en la ciudad de La
Plata y a pedido de su madre, debido a la represión que se
estaba desarrollando en la capital bonaerense se mudan a Mar del Plata.
Aproximadamente a las 20,30 hs del 5 de
octubre son secuestrados de la pensión de la calle Catamarca 2254, gracias al
aviso del dueño de la propiedad la familia toma conocimiento del secuestro.
“Son
llevados a la Escuela
de Buzos Tácticos y son torturados. Como Liliana estaba embarazada fue
trasladada a la ESMA,
estuvo unos 4 meses y el 28 de febrero tuvo a su hijo”.
“A
la ESMA iban a
verla periódicamente, cada 15 días de buzos tácticos de Mar del Plata a hacerle
preguntas”.
“Después
que tuvo familia, Febre y Pedro Bolita la vuelven a Mar del Plata, a Buzos
Tácticos, en abril o mayo del 78 aproximadamente a las 10 de la noche la
asesinan, de Eduardo no se mucho más, cuando a ella la llevan a la ESMA él se rebeló”.
“Con
Abuelas hicimos carpetas con fotos y en Europa Sara Osatinsky y Ana María Martí
la reconoció y dijo que la habían visto en la
ESMA. Sara la había acompañado, y le relató
que de la ESMA
fue trasladada a Buzos Tácticos y nunca mas supo de ella”.
Supo por relatos que “Susana
Pegoraro estuvo con ella en la
ESMA”.
La familia presentó habeas corpus en La Plata y en Mar del Plata de
los cuales nunca tuvo respuesta. Asimismo realizaron denuncia ante la iglesia,
consulados y organismos de derechos humanos.
“Eran
militantes peronistas, una vez que Perón vino al país los insulto y se fueron
de la plaza”.
“A mi
nieto lo dieron, la familia no estaba relacionada a las fuerzas armadas, pero
lamentablemente me quitaron todos los derechos. Quien entrega a mi nieto es la esposa de
Menicucchi”.
A partir de la búsqueda de Abuelas se anoticiaron que 3 chicas de La Plata estaban enterradas
como NN en el cementerio de la ciudad de Mar del Plata. “Hoy estoy más tranquila, ella esta junto a su padre en el cementerio
de La Plata”.
“En
el juicio a las Juntas se demostró que había sido asesinada por la espalda, le
destrozaron el cráneo con Itaka y se supo que había nacido su bebé”.
“Mi
nieto fue restituido, es muy amoroso, no
puedo decir lo que se siente, me ha regalado las ganas de seguir viviendo y
luchar día a día”.
María Alejandra Pereyra, docente de 45 años, hermana de Liliana
Pereyra dio su testimonio al Tribunal en segundo término.
Comienza relatando “yo tenia 11 años, ellos no respetaban edades ni nada. Nos amenazaban
porque veníamos por la calle, ellos pasaron por encima de la vida de todos
nosotros, no sólo de mi hermana y cuñado. No se merecen ni siquiera ser humanos,
espero se terminen las cárceles especiales”.
“La
relación con mi hermana fue muy cercana, éramos muy unidas, en el 77 vinimos
acá a pasar mi cumpleaños. Eduardo era muy calido, afectuoso, sincero. Con mi
hermana compartimos el baile, me enseñaba a pintarme, la sigo extrañando al
punto que cuando nació mi bebé lo viví con culpa porque ella no pudo
disfrutarlo.
El
daño que hicieron es irreparable”.
Recuerda que “una vez fuimos al puerto a verla, estaban los 2 ahí, en una fábrica,
pesaba pescado”.
Por relatos de sobrevivientes de la ESMA supo que “se veía entera
y trataba de ayudar a sus compañeros, tenía los grilletes puestos cuando nació
su hijo”.
El tercer testimonio, testigo de
concepto, fue el de Horacio Jaunarena ex Ministro de Defensa de los gobiernos
de Alfonsín, De la Rúa
y D’hualde. El testigo fue presentado por la defensa del imputado Mosqueda, el
abogado Saint Jean.
Inicia su relato haciendo referencia
que en el gobierno de Alfonsín una de las medidas que se adoptan es sacar a
Prefectura del dominio de la armada. “Para
la función de Jefe se puso a Mosqueda”.
“La
transición de Argentina a la democracia era única, fue por ruptura, no hubo
acuerdo ni vinculación, la información era compleja. Nosotros encarcelamos a
las juntas y Chile lo ponía a Pinochet de Senador Vitalicio. Creamos la CONADEP y el peronismo se
negaba a integrar la comisión y decían que cuando lleguen al gobierno iban a
dictar amnistía”.
Recuerda “que Mosqueda fue severo con los Albatros que eran de Seineldín”.
“Me
consta honestidad y hombría de bien, tengo el mejor de los conceptos de él”.
“Tardamos un año para ser cuidadoso de la selección de ascensos”.
“No había
visto documentos internos firmados por Mosqueda”.
Al preguntarle la querella como fue ascendido Alfredo Arrillaga,
responsable de la represión del Regimiento de Tablada, menciona diferentes pasos de rutina, entre
ellos por méritos y se evaluaban informes de CONADEP.
Los ascensos “en los años que estuvimos en Defensa, siempre fue por unanimidad, con
consenso del Senado”.
“La
ley de Obediencia Debida y la de Punto Final fueron firmadas por mí”.
Sin ponerse colorado dice que con el tiempo supo de algún caso de militares
que fueron ascendidos habían participado de violaciones a los derechos humanos.
Luego del cuarto intermedio se recibe
por video conferencia la declaración de la testigo Maria cristina Siscar, 64
años, escritora, hermana de la detenida desaparecida Silvia Siscar.
La testigo juró por Silvia Siscar,
Juan Miguel Satragno y todas las victimas del terrorismo de estado.
Se enteró del operativo de secuestro de su
hermana por medio de su madre “que recibió un mensaje telegráfico del
encargado”. “Silvia estaba con su hijo y se lo dejo a un vecino y papel que
decía el medicamento que tomaba y numero telefónico de suegros y padres,
Graciela Arriola tenia a sus hijos ahí.” Recibida la notificación los
abuelos van en busca de los niños.
Los vecinos de Mar de Ajó “después de mucho tiempo nos cuentan que alrededor del mediodía del 26
de febrero del año 1978, de 2 autos
bajaron varios hombres, entraron, golpean a Juan Miguel y el chico no sabe si esta vivo o muerto,
luego supimos del cautiverio”. “Los chicos decían que los golpeaban con
culatazos”.
“A
principios del 80 mi
padre estuvo con sobrevivientes de la Base
Naval, cree que murió
por tormentos al poco tiempo. Un tal González dice que estuvo Juan y Silvia en la Base”.
Sobrevivientes de La
Cacha aseguran haber visto a Silvia en el lugar hasta
mediados en agosto del 78, “se los
conocía como el contingente de Mar del Plata”.
No puede precisar quien puede haber
participado del operativo.
Se presentaron habeas corpus en la ciudad de
Dolores que no tuvieron respuesta favorable.
“Silvia
y Juan eran militantes del Partido Comunista Marxista Leninista, Juan empezó en
el 72 y Silvia se sumo en el 74, Juan era periodista del diario La Nación”.
Por Jorge Censi
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