viernes, 11 de noviembre de 2011

Novedades de la Audiencia del Jueves 10 de Noviembre

Novedades de la Audiencia del Jueves 10 de Noviembre


“PATRULLA FANTASMA Y PATRULLA RESORTE”, LOS GRUPOS DE TAREAS DEL ESIM

El relato del Dr. Mora

En primer lugar presto declaración el doctor José Gregorio Mora, quien en el año 1977 era médico residente del Hospital Interzonal General de Agudos. Recuerda que al encontrarse de guardia, siendo los primeros días de mayo del 77, reciben al paciente Jorge Olave. Este tenía una secuela crónica por una herida de bala en una rodilla, “estaba con muletas, no podía caminar”. Hace referencia que el paciente contaba a la fecha con 23 o 24 años de edad. El día que iba a ser operado se encuentra con la noticia que Olave había sido secuestrado del mismo hospital. En su relato también manifiesta haber visto una chica esposada, que era trasladada por uniformados fuertemente armados, que por la ropa presume que eran de la policía. Rumbo al quirófano, en un momento que se cruzaron la chica le paso un número de teléfono para que avise lo que estaba sucediendo, pero las llamadas del médico nunca fueron atendidas por nadie. Le sacaron las esposas y la enyesaron, “tenía cabello color negro con claritos rubios, estaba entera, despierta, vivaz, inteligente, de mediana estatura, delgada, 19 años aproximadamente. En esos momentos ver eso para mí fue insólito”. En muchas ocasiones vio vehículos del ejército en el hospital y ver la entrada de uniformados al quirófano. Recuerda la estrecha relación del director Dr. Espirito con las fuerzas armadas. Al preguntársele por el Dr. Trejo Vallejos, médico desaparecido, lo recuerda como “excelente profesional y persona, muy jovial, era músico de jazz y siempre defendía a los trabajadores”.

El testimonio de Fernando Grünbblat

El siguiente testimonio estuvo a cargo de Fernando Héctor Grünbblat, quien ingresó a la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina en el año 1978. Durante el transcurso de ese año recibió instrucción militar y realizó guardias. Recuerda que se le informó “que había elementos subversivos detenidos en ese lugar”. Tanto él como sus compañeros escucharon música y gritos muy fuertes. Una noche su compañero Omar Pérez ve como el Teniente de Corbeta Alemano arrastra a una joven llevándola de los pelos al lugar de detención y a ellos los apartan del lugar. “El suboficial Iocca se jactaba de poner en caja a las personas detenidas en el pozo, eso significaba maltratarlos y pegarles”. Lo indica también como jefe de la patota. En ese momento relata que el jefe del ESIM era Salomé. Hace una descripción de cuales eran los lugares de cautiverio, señalando la sala de comunicaciones, la sala de armas y al lugar que ellos denominaban el pozo donde había unas 8 celdas. Dentro de las materias que cursaba recuerda Estudio de la Realidad Social Argentina, ERSA, donde les indicaban que “los detenidos eran quienes atentaban contra la patria, el profesor que bajaba línea de las fuerzas armadas era Schafgraf”. También recibió el curso de lucha antisubversiva.

Uno de los datos más importantes que aportó el testigo tiene que ver a los dos tipos de patrullas que funcionaban. Una era la “Patrulla Fantasma”, que actuaba de civil, portaban armas largas, la integraba un oficial y 4 más, utilizaban autos particulares y actuaban en la zona urbana. La otra era la “Patrulla Resorte”, que quedaba a disposición y requerimiento de las fuerzas conjuntas, se movilizaban con camionetas y estaba integrada por conscriptos. Quedando demostrado con esto la participación del Ejército al mando de estos operativos.

Ante la pregunta si conocía a Bujedo, lo recuerda como instructor de Ética Profesional y que “hacia inteligencia a los alumnos, investigaba a la familia por si tenían relación con elementos subversivos”. Era de inteligencia naval. Recuerda al Cabo 1ero Centeno que decía había combatido en Tucumán, en una “Sección de Infantería de Marina que hizo la última limpieza en el Cerro Conquija”.

La declaración de Cayetano Moncada

Paso seguido presta declaración Cayetano Moncada, ex empleado administrativo del Cementerio Parque de nuestra ciudad. Comienza haciendo alusión que el cementerio estuvo intervenido desde el año 1976 hasta 1979, siendo encargados los Comisarios Ruiz y Villar. Hace referencia a los procedimientos administrativos que llevan a cabo ante la llegada de un servicio. Aclarando que personal administrativo no tiene ningún tipo de contacto con el mismo, que eran gratuitos. Que quien recibía los NN era el capataz Raúl Espinoza. Los cadáveres iban directo a la sepultura y era quien le daba a conocer el lugar de inhumación a quien llevaba el cuerpo. Recuerda el nombre de Rosa Ana Frigerio en listado de NN del 76 al 80 que le fuera solicitado, constando en ese listado si eran masculinos o femeninos, número de orden, fecha, ubicación y causa. En el 82 lo buscan de la federal para ver listados con los datos de NN entre esos años y le aclaran que “es en forma confidencial”. La policía llevaba trámites de inhumación firmados por el registro civil y los médicos eran quienes firmaban las actas de defunción. “Nosotros no cuestionamos órdenes de la policía”. Hay documentos del Ejército Argentino, con la firma de Máspero, solicitando traslado de restos. Estos procedimientos eran normales en esa época. En esos días “se corría rumor que los cadáveres venían del monte Terrabusi, ahí aparecían cadáveres, por la ruta vieja a Miramar, eran rumores”.

Ultimo testimonio de la jornada: Gustavo Adolfo Hoffman

Gustavo Adolfo Hoffman fue quien declaró pasado el cuarto intermedio. Hoffman fue odontólogo en las instalaciones de la Base Naval Mar del Plata desde febrero de 1975 hasta octubre de 1976. Cuando llegó el golpe ya tenía pensado pedir la baja, pero le aconsejaron no hacerlo en ese momento ya que podía no caerle bien a sus superiores. La vida en la Base había cambiado, se veía gran movimiento de tropas, presencia de vehículos de Obras Sanitarias, muchos particulares, Ford Falcon, Recuerda que la primera vez que vio detenidos fue estando en guardia de servicio. El cocinero le dijo “tenemos visitas” y lo llevo a un recoveco que había en la cocina y mostró 3 calabozos con un detenido por celda. Hablo con uno de ellos y le manifestó que era del pescado. Estaba con la cara descubierta. En otra oportunidad le informan que tienen detenidos en una obra a medio hacer, donde vio unas 12 personas encapuchadas, sentadas, que tenían un número en la capucha, eran bolsos marineros y su función era supervisar si estos comían o tenían necesidad de bañarse. El estado en que se encontraban no era el mejor, “se los veía doblegados, estando ahí muy felices no estaban”. “Nadie me dijo que hacían ahí, se daba por sentado que estaban con la guerrilla, uno a un superior no le pregunta de esas cosas”. Esto fue aproximadamente entre los meses de mayo y junio del año 1976, cuando el Comandante era Malugani y el Sub Jefe el Capitán Ortiz. Recuerda que en una oportunidad le acercan un detenido encapuchado con dolor de muelas, le retira la capucha y le practica la extracción. “La persona vio mi nombre, le quedó grabado, y me vino a ver para que atestiguara que había estado detenido”. Recuerda que en sanidad había 6 civiles, 2 médicos, 2 odontólogos y 2 químicos. Menciona que el Capitán Giachino era quien les daba clases de disparo en el polígono y que comía en misma mesa que “Astiz, era muy callado, observaba, hablando con un colega me dijo debe ser un oreja”, nombre que se les daba a quienes practicaban inteligencia.

Concluido el testimonio de Hoffman se pasó a cuarto intermedio, reanudándose la sesión el día 23 de noviembre a las 10,30 hs.

Una vez más se refleja la importancia de los testimonios de civiles o de ex integrantes de las fuerzas que aportan datos para clarificar lo sucedido en la noche más triste que vivió nuestro país. Por eso vale recordar la convocatoria a todos quienes hayan realizado el servicio militar obligatorio en esos años, que se acerquen a los tribunales federales u organizaciones de derechos humanos para aportar sus vivencias.

2 comentarios:

  1. Yo fui alumno de la ESIM en 1978, y padeci personalmente, como tantos otros alumnos, al hijo de mil puta de Alemano, junto con el otro sorete represor de Jorge Barrales y Alejandro Giromini, a quienes la democracia, los premiò con ascensos a comandante de la infanteria de marina a Barrales, y el resto de estos soretes, mejor ni nombrarlos.

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    1. Dejo a su disposición el teléfono de Abuelas de Plaza de Mayo en Mar del Plata, para que pueda comunicarse con nosotros 0223-496-3029. Desde ya muchas gracias.

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