viernes, 25 de noviembre de 2011

“En la vida hay que hacer lo que uno siente”

Comienza la maratónica jornada de audiencia con el testimonio de Anahí Marocchi, hermana de Omar Alejandro Marocchi detenido desaparecido desde el 18 de septiembre de 1976, fecha que fue secuestrado junto a su compañera Susana Haydee Valor. Hacía pocos meses que estaban en Mar del Plata, “el 5 de septiembre fue la última vez que alguien de la familia lo vio, fueron mis padres que vinieron y compartieron con ellos unos días”. Ocasión que evaluaron la posibilidad de irse del país. La respuesta de los chicos fue “en la vida hay que hacer lo que uno siente”.

El operativo de secuestro comienza aproximadamente a las 18,30 hs, cuando un grupo de gente de civil irrumpe en la vivienda de Alejandro Korn al 900, donde encontraron en primer momento a los hijos del dueño de la casa, Rosa y Patricio Petrone. Le informan que “iban a hacer un procedimiento y no podían mirar”. Al llegar Omar es detenido y lo suben a un Ford Falcon bordó, mientras Susana es sacada esposada con las manos atrás, ante la mirada de la propietaria que acababa de arribar Stella Maris Petrone, a quien le dicen “los llevamos porque son peligrosos terroristas, que no eran de apellido Marocchi y no eran de Tandil”, advirtiéndole que retornarían al lugar para “retirar” las pertenencias, lo que hicieron el día posterior “parecían buitres por la forma que se repartían las cosas”. Era el mismo jefe de grupo que participó en las dos ocasiones, de camperon, no muy alto, y poco pelo. La familia nunca recuperó nada de lo robado.

El día 21 los padres de Anahí vuelven a Mar del Plata y son anoticiados por la señora Petrone de lo acontecido, y comienza la búsqueda de su hijo yendo en primera instancia a la seccional 3era de Policía, al GADA 601 y a la Base Aérea Mar del Plata. En la Base Aérea sus padres fueron atendidos en diferentes oportunidades por el Comodoro Picard, el Teniente Cerrutti del área de inteligencia y Agustoni, jefe de la fuerza en ese momento. El día 23 fue Cerrutti quien les dijo que tenían que dirigirse a Falke de la Base Naval para tener información, aclarándole que “si algún día narraba la conversación él la iba a negar”, que “la más implicada era ella, a su hijo lo iban a devolver dentro de 6 meses o un año pero para esto la familia tenía que callar y hacer buena letra”.

El peregrinar de la familia continuó en forma incesante, juzgados, iglesias, organizaciones de derechos humanos, diferentes contactos que el padre tenía por ser Oficial Retirado de la Fuerza Aérea. Anahí aportó cartas y documentación de innumerables gestiones.

Por una carta de Susana a Julia Valor, su prima, se enteran que estaba embarazada de 3 meses, por lo que ambas familias donaron sangre para el banco de datos.

A comienzos del 77 el Coronel Barda les dice “no los busquen más, hay gente que no cambia la manera de pensar”. Susana era militante de la Juventud Peronista en Tandil, militaba en uno de los barrios más postergados de la ciudad, La Movediza, hoy la plaza del lugar lleva su nombre.

Declaración de Héctor Álvarez

Héctor Álvarez, de 56 años, empleado de Prefectura Naval Argentina, que se desempeño en el área de comunicaciones desde el año 1976 a 1984. Recuerda que Mosquera era jefe de Prefectura y Bustamante de comunicaciones. Describió la ubicación de las diferentes dependencias del edificio y confirmó la existencia de calabozos, que vio detenidos en el lugar, pero “nunca tuvo la inquietud de saber por qué había presos”, nunca vio gente golpeada, no sabe si eran detenidos con orden judicial o no.

No recuerda si prefectura tenía departamento de inteligencia, si existía en prefectura grupos de tareas y no recuerda movimiento de presos los primeros días del golpe a pesar de haber estado de guardia.

Su precaria memoria tampoco le permite recordar si por el lugar pasaron jueces o personal de la iglesia.

Declaración de Elvio Figueroa

Elvio Figueroa, 80 años retirado de Prefectura Naval. En el 76 era sub- oficial ayudante de primera. Recuerda que los primeros días del golpe la fuerza naval utilizó las instalaciones de la Prefectura como alojamiento de personas detenidas, no sabiendo la cantidad de ellos.

Los detenidos llegaban en camionetas de la marina, ingresaban por lugar de ingreso de vehículos, “bajaban normal, no creo que marina tenga esposas para llevar gente”.

Los calabozos, eran custodiados por gente de Marina y Prefectura en forma conjunta. “El detenido estaba poco tiempo en prefectura, supongo para descansar, después de interrogatorios. Podría tratarse de gente vinculada a la actividad subversiva o que pueda aportar datos de este tema”. Describe las instalaciones con precisión. Afirma que una de las tareas del grupo de Informaciones era colectar información de la actividad sindical marítima, se sabía quienes eran los sindicalistas.

Recuerda a Lencina pero no sabe si estuvo preso.

De Musmesi si recuerda que había estado en esa dependencia llevado por la Marina, que “era de un grupo de muchachos que se arrogaba el hundimiento de un buque pesquero”.

Hace referencia que “había comunicación y cambio de información con demás fuerzas, Youbet coleccionaba información, José Francisco Ferramosca estaba en sumarios, Miguel Martínez estaba en informaciones, era limitado, le dabas una maquina de escribir y salía corriendo”. “Se comentaba que había grupos de tareas para saber donde estaba la subversión, la aparición de presos no judiciales en prefectura fue después del golpe”.

Testimonio de Miguel Ángel Parola

Miguel Ángel Parola, 75 años, médico, oficial de marina retirado. Recuerda que en el año 76 concurre a un congreso de medicina realizado en la ciudad y toma contacto con el Dr. Arendar quien le manifiesta su preocupación por la desaparición de Ana Rosa Frigerio, paciente que había operado de la columna debido a lesiones producidas por un accidente automovilístico. Parola vio a Ana Rosa en la Base Naval Mar del Plata.

El medico de la base, Carrilaf le consulta si le pueden retirar el yeso, “le pedí radiografía, me quedé con ella, me dijo que era su cumpleaños, la vi bien y les dije que podían sacárselo”.

Cuando la secuestraron le dicen a la madre que iba a estar bien, incluso al principio la hicieron hablar por teléfono. Al tiempo le llega noticia que “se había fugado, y con un explosivo había fallecido”.

Luego se enteró que fue asesinada con 6 balazos en la cabeza, cuando se exhumaron cuerpos que figuraban como NN en el cementerio local.

Se la acusaba de subversiva Montonera, era estudiante de agronomía en Balcarce.

Describe la Base Naval, todos los sectores, cambios que vio desde que fue trasladado en marzo del 76 a su retorno en el 79.

Recuerda al Capitán Giachino como instructor de tiro.

Declaración de Francisco Oscar Álvarez

Francisco Oscar Álvarez, de 72 años, integrante de la Prefectura Naval. En el 76 era sub- oficial de rivera, dependía de la guardia.

Relata que “Mosquera era mi Jefe y Silva era mi jefe inmediato”.

No recuerda haber visto detenidos, salvo “los que llevamos que encontramos con un cajón de pescado, de cornalitos, para justificar”.

Al preguntársele por detenidos que pasaron por el lugar la respuesta fue “no recuerdo”.

Cuando se le preguntó por sus camaradas la mayor parte de las contestaciones fue “ni idea”, exceptuando a Martínez que cree que era chofer y a Héctor Álvarez que estaba en despacho.

Los armadores llamaban a prefectura cuando había paros por diferentes motivos, entonces les decían “estén atentos porque hay problemitas”. Recuerda que un día estando de guardia en la escollera norte vio un cuerpo muerto, y no recuerda que hizo.

Asimismo hace referencia que “era normal encontrarnos bebés en la escollera sur, en el agua como si fuera un corchito”.

La próxima audiencia esta prevista para el miércoles 30 de noviembre a las 10 hs.

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