viernes, 9 de marzo de 2012

Audiencia del día Miercoles 7 de Marzo

Pasadas las 10,30 hs comienza la audiencia del día de la fecha con el testimonio de María Luz Montolio. María Luz era militante del Partido Socialista de los Trabajadores al igual que su marido Sergio López que se encuentra a la fecha desaparecido.

Recuerda que la mayor caída de militantes del PST fue en el mes de octubre del año 1976, ejemplo de esto es el secuestro de Norma Uder de Prado, David Estroiesky, Stati, Javier Martínez, Rodolfo González del correo, Salvador Sliva y Guillermo Berdini quien estuvo en la Base y fue reconocido por la misma fuerza.

Antes del allanamiento habían venido unos compañeros que nos informan de las caídas, el 28 de octubre doy a luz a mi hija y cuando vuelvo a mi casa estaba Noemí Olivetto. Continúa su relato haciendo mención que “el 8 de noviembre a la tarde nos detienen. Él tenía que encontrarse con un compañero que había hecho el servicio militar en la marina”.

La patota se presentó como de la Policía, eran 5 personas, el responsable del operativo lo describe como rubio, bajo y delgado. “Nos pidieron documentos y lo llevan diciendo que lo devolvían en 1 hora”.

Al retirarse el grupo de tareas la testigo se dirige a la casa de sus padres encontrando la sorpresa que su marido había llamado al teléfono, lo que reiteró ya en su presencia a 3 horas del secuestro y le dijo “Si llama Guillermo Scheling no le digas que estoy detenido, me dijo que estaba en la base”. Scheling era el conscripto con quien tenía que encontrarse antes de su secuestro. A partir de ese momento recibió reiteradas amenazas.

A partir del 77 comencé a reunirme con otros familiares”. En enero de ese año comenzó la segunda cadena de secuestros de militantes del PST, recuerda a Dardo Damborian, González, y Carlos Alberto Moreno quien luego de su secuestro aparece en los diarios de la época como caído en enfrentamiento. “Trejo Vallejos también cae en el 77, sigo conociendo más casos, me reúno con la Sra. de Berdini, Statti y Roldán, nos reuníamos en Santa Ana, el padre Doll nos brindó una salita, nos juntábamos los domingos”.

Realizó denuncias ante diferentes organismos entre ellos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el 79, “nunca lo voy a olvidar, fue el día que la selección juvenil gano el mundial, estábamos en la cola y pasaban autos con leyendas Somos Derechos y Humanos y nos venían a provocar”.

En el 79 Julia Giaccaglia me sito para encontrarnos, estaba con Oscar Atilio Pisani, en ese encuentro me habló que hacía 3 años estaban desapareciendo y me dijo gracias a ese señor ella tenía fecha de la muerte de Guillermo Berdini, me propuso que había manera de averiguar pero tenía que darle listado de madres, también me hablaron de viaje a México, Julia estaba influenciada por este señor”.

En el 79 se producen nuevas caídas, principalmente del local del puerto, Ángel Prada, Julio Manza, Mario Rodríguez, Molina, Siucca, Antonio Sasso y Norma Sasso.

Sergio trabajaba vendiendo café en el mercado de abasto y hacia fletes, estudió en la Escuela Agrónoma de Vidal, el militaba en la juventud y yo en sindical. El partido era legal, éramos jóvenes muy convencidos, impulsamos las luchas de estudiantes y trabajadores”.

Paso seguido presta declaración Gabriel Della Valle. Comienza su relato recordando que previo al secuestro que compete la causa, “el 28 de agosto del año 1976 me sacan de la escuela de Avellaneda y Entre Ríos, entran al colegio y me llevan con Julio Martínez, yo era delegado del curso”. En esta ocasión estuvo detenido en la Seccional 4ta de Policía y liberado enseguida. Gabriel era militante del Partido Socialista de los Trabajadores. A los 2 meses, el 28 de octubre, “yo estaba durmiendo en la casa de mi hermano, golpean diciendo ser de las Fuerzas Armadas, entran y preguntan por mí y me llevan junto a Pediconi. Nos cargan en un auto y llegamos a lugar donde se detienen y dicen entramos con 2 paquetes”. Recuerda que al bajarlo del auto le “preguntan por su pareja, luego me hacen subir escalera y me sientan contra una pared, en silla de mimbre, a los pocos minutos me dan comida en bandeja”. Era constante la música a alto volumen y se escuchaban gritos, entre ellos escucha gritos de dolor de Elena Ferreiro, “Elena tenía una mirada muy dulce, era muy bonita”, y siente que en una oportunidad lo llaman a Javier Martínez, “a mi lado estaba Patricia Gaitán, en unos días intento hablar con ella, le pregunto como andas y me pegaron y cambiaron de lugar. A Patricia yo la quería muchísimo, era casi de la familia”.

En los interrogatorios le preguntaban por las actividades desarrolladas por el PST y le mostraban fotos para identificar a compañeros.

Hace una descripción pormenorizada del lugar, baños, calabozos, escaleras, lugar de torturas y utensilios de cocina.

Un día me sacan la venda y veo a la persona que me interrogaba, mi vida dependía de cada respuesta que daba, esa cara la tengo presente, cuando pasaron los años veo la las fotos de Malvinas y veo a Giacchino, para mí era Giacchino quien me interrogaba”. Ese día, después de casi una semana de cautiverio lo cargan en un auto y lo liberan junto a Pediconi.

Cuando sube Alfonsín dije, ahora si van a aparecer, siempre viví con estos fantasmas”.

Luego del cuarto intermedio es Ricardo Gaitán quien presta testimonio.

Comienza manifestando que desde el año 1974 ya no residía en la ciudad de Mar del Plata, vivía en Viedma. Recuerda a su hermana Patricia, hoy desaparecida, que era estudiante secundaria, iba al Anexo del Mariano Moreno, y militante de la Juventud del Partido Socialista de los Trabajadores. Estima que fue secuestrada entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre del año 1976 en la vía pública, en un radio cercano a domicilio del Partido que se encontraba en calle La Rioja y 25 de Mayo. Desconoce el testigo mayores detalles del secuestro. Por testimonio de Gabriel Della Valle supo que su hermana estuvo en la Base Naval de Mar del Plata. Su madre hizo las denuncias de costumbre y buscaron en seccionales de policía y hospitales.

Hasta el día de hoy no sabemos que pasó, el partido nunca fue partidario de la lucha armada. Con el daño que hicieron no se como hacen cuando llegan a su casa, no los reconozco como seres humanos, cobardes es lo que siempre fueron y siguen siendo”.

Con el relato de Damián Mogilmer concluye el paso de testigos de la audiencia. A los 8 años el testigo vivía en la ciudad balnearia de Santa Teresita. Recuerda que cerca del mediodía sale a jugar a una obra en construcción. “Cuando vuelvo al complejo de viviendas nos recibe persona armada, nos lleva a lugar donde vivía, me preguntan si la persona que estaba tirada era mi padre, era Juan, Silvia en otra habitación lloraba”. Graciela Herrera es la madre de Damián y en ella su padre Jorge centraban las preguntas que le hacían. Recibió amenazas de parte de integrantes del grupo de tareas. Al retirarse la patota recuerda que lo dejan “en casa de vecinos de al lado, hasta que nos pasó a buscar el abuelo del chico Javier. Éramos tipo nómades, andábamos de un lado para el otro”. Javier era hijo del Gallego pero ignora su apellido.

Pasó un tiempo en casa de abuelos de Javier, hasta que comento que mi abuelo tenía una imprenta en La Plata. “Lo ubican y nos viene a buscar. Con él ya estaban mis primos, ya que habían desaparecido mi tío Juan y su Señora, al tiempo va mi abuela que vivía en Mar del Plata”.

Acto seguido el Tribunal pasa a cuarto intermedio para el día 8 del corriente a las 10 hs.

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